Gran coalición

Manuel Blanco Desar
Manuel Blanco Desar ECONOMISTA

OPINIÓN

Pool Moncloa / Fernando Calvo | EFE

18 oct 2023 . Actualizado a las 09:18 h.

Casi nadie lo sabe en España, pero por fortuna estamos gobernados por otra gran coalición. Al menos lo estamos en lo que atañe a las cosas de comer, que es lo que le importa a quienes no viven de colocarse en los aparatos oficiales.

Nuestra gran coalición salvadora está compuesta por conservadores demócratas, socialistas demócratas y hasta por liberal-demócratas. Sin remontarnos en el tiempo, recordemos a ese ciclópeo político socialista que fue Jacques Delors, a la conservadora Ursula von der Leyen y a la social-liberal Margrethe Vestager. La Comisión Europea impulsa toda la normativa que aplicamos para que los trabajadores y las empresas puedan sostener este grandioso sistema de bienestar que nos distingue a los europeos frente al resto del mundo. La economía de nuestra unión debe funcionar mejor, sin duda, pero a ellos les debemos que no funcione peor.

De otra gran coalición nació el euro, gracias al cual es improbable que lleguemos a ser Argentina o Venezuela, salvo que los pertinaces nacionalistas tomen el control de sus estados. Esa gran coalición fue pilotada por un socialista francés y un cristiano-demócrata germano: François Mitterrand y Helmut Kohl, dos gigantes políticos. Es más, un último ejemplo de gran coalición para los asuntos vitales es el consejo de gobierno del Banco Central Europeo, donde colaboran socialistas, liberales y conservadores, con Christine Lagarde a la cabeza.

Por consiguiente, los hispanoeuropeos ya somos gobernados por una genuina gran coalición. Bendita sea, dentro de lo malo que es todo poder, por lo cual siempre ha de ser controlado, como nos advierte el federalista James Madison: si los hombres fueran ángeles, no sería necesario ningún gobierno. Si los ángeles gobernaran a los hombres, no serían necesarios controles externos ni internos sobre el gobierno.

Dentro de España, para los asuntos folclóricos es difícil que surja una pequeña gran coalición. Sería deseable, pero como constató Giovanni Sartori, los milites tienen su propia agenda. Milites era el soldado auxiliar de la infantería romana. Las almas puras que militan por nobles ideales escasean tanto hoy que los restantes militantes los consideran tontos útiles y solo son tolerados mientras no incordian.

España es menos Europa que la mayoría de nuestra Unión en lo que a cultura de coalición constructiva se refiere. En este sur profundo de la UE, únicamente cabe la coalición destructiva contra el contrincante convertido en eterno enemigo. Hunos contra hotros. Menos mal que para las cosas de comer al menos gozamos de la gran coalición septentrional. Amén.