Atendiendo a lo sucedido, se confirma que el hombre es el único animal que tropieza tres veces en el mismo Pedro, aunque este Pedro tiene el matiz de que ha sido literalmente amnistiado por Carles Puigdemont, etcétera, ergo no es exactamente el mismo Pedro que hace cinco años, ni que hace tres. La nueva era Donde dije Pedro ha quedado inaugurada con su protagonista posando con sus dedos índices apuntando a los fotógrafos. El hombre no necesita pedir que le saquen guapo, pero ya se puede desgañitar suplicando que lo saquen sincero. Hay quien dirá que milagros, a Waterloo. Más cerca, a un ujier se le escapa la lengua de la boca con cierta gracia, lo opuesto a Ayuso. Otra vez Perro Sanxe ha demostrado ser en realidad un gato, y de los de siete vidas. Al gato Pedro siempre le salen las cuentas: si esto fuese un examen de matemáticas habría que darle la enhorabuena. Pero es la vida de un país. Y claro, ahí a Pedro hay que reprocharle a cambio de qué.