Galicia exige el corredor de hidrógeno

Juan Manuel Vieites PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN DE EMPRESARIOS DE GALICIA (CEG)

OPINIÓN

Ismael Herrero | EFE

13 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La posibilidad de la producción de hidrógeno a nivel local a partir de fuentes renovables disponibles en el territorio no es una cuestión menor y menos en el contexto actual, en el que hemos comprobado que es imprescindible reducir la dependencia de combustibles fósiles para disminuir nuestra vulnerabilidad y la volatilidad de los precios de la energía, así como asegurar el suministro de un elemento clave para la competitividad empresarial y el bienestar de la ciudadanía como es la energía.

En el 2020, Galicia produjo el 76 % de la electricidad total de generación renovable en España. Hemos empezado a dar pasos importantes en el proceso de reindustrialización y de cambio de modelo productivo, pero el éxito de los esfuerzos realizados dependerá de una dotación adecuada de infraestructuras energéticas, una gestión ágil y eficaz de los fondos procedentes de la Unión Europea y un marco jurídico estable que sea garantista con las diferentes actividades económicas y el medio ambiente.

Con la exclusión de Galicia del corredor del hidrógeno se está negando a nuestra comunidad un desarrollo igualitario con respecto a otras autonomías de España, al poner en riesgo inversiones millonarias destinadas a grandes proyectos. Una vez más, los proyectos gallegos pasan a un segundo plano y con ello, una vez más, perdemos competitividad.

Galicia está llamada a liderar la transición al hidrógeno por su riqueza de recursos naturales, una sólida base industrial y su capacidad tecnológica en sectores relevantes para la producción y aplicación del hidrógeno. Su exclusión del corredor restringe la producción del hidrógeno verde a usos industriales y, una vez eliminada su salida por vía terrestre, su exportación queda limitada a la vía marítima, relegándonos a ocupar el vagón de cola en la carrera del hidrógeno.

La desconexión no solo pone en riesgo las inversiones destinadas a un gran número de proyectos en diferentes fases con los que cuenta Galicia, sino que reduce las posibilidades de atraer otras actuaciones que preferirán territorios que sí estén conectados. Esto no solo penaliza el desarrollo de todas las tecnologías vinculadas al hidrógeno, sino que supone un freno al proceso de reindustrialización y descarbonización que estamos acometiendo.

Galicia es una de las comunidades autónomas que más producción de energía renovable aporta. No es muy coherente que, si contamos con una cartera de proyectos que nos posicionarán a nivel internacional y que previsiblemente contarán con financiación comunitaria, no se apueste por las infraestructuras necesarias que permitan su despliegue y competitividad.

Las infraestructuras juegan un papel crucial en el desarrollo económico y empresarial de Galicia. La Estrategia para la Transformación de Galicia destaca la importancia de impulsar un modelo de crecimiento económico basado en la innovación y la formación, lo que implica la necesidad de infraestructuras adecuadas.

Si analizamos las diferencias con otros territorios, es esencial considerar la demanda de inversión en infraestructuras para impulsar la competitividad. Es un factor clave para el desarrollo económico y empresarial, y estas demandas sugieren la necesidad de atención en igualdad con respecto al resto de España.