¿Caudillo Sánchez?

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

SUSANA VERA | REUTERS

30 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Rosa Díez, que militó en el PSOE entre 1977 y 2007 y que fue diputada foral de Navarra, parlamentaria vasca y miembro del Gobierno vasco y del Parlamento Europeo, fue una de las fundadoras de Unión Progreso y Democracia (UPyD), una formación política con la que llegó al Congreso de los Diputados (2008-2016) y de la que fue portavoz hasta el 2015. Este año ha publicado un libro titulado Caudillo Sánchez, en el que acusa al líder del PSOE de «una lejanía brutal entre lo que afirma y lo que hace, entre la calificación que da a sus actos y los efectos que producen cada uno de ellos, entre la propaganda con la que se adorna y la realidad de los hechos que protagoniza».

Traigo a colación este episodio porque los movimientos de Pedro Sánchez para seguir en el poder, después de perder las pasadas elecciones ante el PP, ilustran sobre su trayectoria política y la determinación de su propósito de permanecer en el poder, como ha acreditado su apresurado pacto con Junts per Catalunya, todavía en problemático desarrollo.

Lejos de querer explicitar una crítica tardía, lo que aquí trato de exponer es solo una reflexión de mínimos sobre una realidad fácilmente observable. Porque de lo que se trata es de fortalecer la democracia y evitar deslizamientos no deseados, justamente por lo que pueden tener de peligrosos. Las acrobacias políticas son legítimas, pero no deben conducirnos nunca fuera del marco democrático. Porque la democracia es justamente lo que hemos ganado y lo que debemos conservar y defender. Algo que el propio Pedro Sánchez también decía cuando alcanzó legítimamente la secretaría general del PSOE.

Porque Sánchez es el legítimo presidente del Gobierno, por discutibles que puedan parecer algunos de sus acuerdos. Y no es ningún caudillo, o no lo es todavía. Pero sí parece que todo lo suyo está aún en una fase de redefinición o recomposición de una izquierda que ya algunos apellidan «antisistema». Y por si esto fuese poco, Sánchez ya ha anunciado cinco grandes acuerdos con Cataluña y una nueva reunión de la mesa de diálogo, y todo ello porque necesitó el apoyo de fuerzas políticas catalanas para poder gobernar. En virtud de lo cual aún cabe pensar que nos esperan más sorpresas.