La imagen es, digamos, polisémica. Lo mismo puede ser que las dos ministras del núcleo irradiador de Sánchez, María Jesús y Teresa, estén celebrando el último éxito del autor de Tierra firme (sic), dícese que consistente en vaciar de contenido España, cullera a cullera, como que se estén dando el pésame anticipándose a unos hipotéticos restos del naufragio del PSOE. La cosa es más simple: en un desayuno informativo, Montero acaba de cantar las virtudes de Ribera, y esta, agradecida y se supone que un poco avergonzada por tanto elogio, se lanza a celebrar las palabras de su verborreica compañera de fatigas. Por unos milímetros no estamos hablando de una colisión de ministras, lo cual, pensándolo bien, tampoco sería la noticia del año. Hay quien hoy se estará preguntando si en el PSOE pueden llegar a estar más «Junts». No hace falta ser Pablo Iglesias para saber que «sí, se puede». Consulten, si no, lo que no está escrito en la agenda de Pedro.