¿A qué hora debe empezar el prime time en España? Esa es la cuestión. Cuando Operación triunfo anunció su fichaje por Amazon y el estreno de las retransmisiones en directo de su plataforma de vídeo, la primera incógnita que tuvo que despejar fue la hora de sus galas. La televisión convencional ibérica cuenta con la parrilla de máxima audiencia más tardía de Europa y todos los intentos que TVE y Mediaset hicieron en el pasado para cambiarla acabaron en fracaso. La inercia parece imposible de revertir. El retraso se desencadena tras la cita sagrada con las noticias de las nueve y los programas que, como El hormiguero, se emiten a continuación. Con esta dinámica, los contenidos estrella no comienzan hasta casi las once de la noche, como saben y padecen los aficionados a programas de largo formato como MasterChef, tanto en su versión de niños como de mayores, y La isla de las tentaciones. Los dos se adentran en la madrugada como si no hubiese un mañana con alarma en el despertador.
El nuevo OT, que no está condicionado por ninguna programación, llegó para romper esa baraja. Después de sugerir la posibilidad de arrancar los directos a las 21 horas, fijó su comienzo a las 22 horas. Sus espectáculos duran unos noventa minutos sin la post-gala y permiten conciliar la televisión con la vida.