Óscar Puente, ministro de Transportes y de Twitter

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Óscar Puente en el Congreso
Óscar Puente en el Congreso Kiko Huesca | EFE

26 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Óscar Puente es una máquina de dar titulares y de alborotarlas redes. El exalcalde de Valladolid, hoy ministro de Transportes de Sánchez, saltó al primer plano de la escena política española en la frustrada investidura de Feijoo, dando la réplica socialista al líder del PP, con un discurso incisivo y macarra, cargado de guiños populares como «el final del Verano Azul llegó y usted partirá».

Desde su nombramiento como ministro ha sido protagonista un día sí y otro también. Por méritos ajenos, como el hostigamiento de un acosador, y propios, la confrontación con el PP. Además, es de los pocos políticos del PSOE que se puede permitir rechazar un consejo directo del presidente del Gobierno. Sánchez le recomendó que contratara a un community manager (son inolvidables tuits del madrileño cuando solo era diputado raso, como «a casita que hace mucho frío»), pero Puente no sería Puente si no escribiera personalmente y sin guardar las formas.

El pucelano hizo viral ayer un zasca a un agitador ultra, viejo conocido de los parroquianos de Twitter, amigo de las conspiraciones y de los bulos, el Condenas. Se quejaba de que la Fiscalía investigaba su patrimonio en una causa secreta desde hace ocho meses por orden del ministro (cuando aún no lo era). Y este lo puso en su sitio.

La respuesta se convirtió en tendencia: «Deja de lloriquear, y el día 16 le explicas al juez tus inventos. Y también esta mentira». Los tuiteros que rechazan a los intoxicadores como el procesado aplaudieron a Puente. Llegaron a nombrarle ministro de Twitter y de Transportes. ¿Quién le convence ahora de que contrate a un profesional para sus cuentas sociales?