Esto del tomate tiene tomate

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO E LA LLUVIA

OPINIÓN

STEPHANE MAHE | REUTERS

11 feb 2024 . Actualizado a las 10:13 h.

Tenemos la sensibilidad tan descontrolada que a nada que nos digan nos ponemos de los nervios. Nos acaba de ocurrir, inexplicablemente, con las opiniones de una tertuliana en una televisión francesa, a propósito de la calidad de los tomates bío españoles. Fue decir que nuestro tomate carece de sabor y por poco nos vamos a invadir Francia. Como si no tuviéramos asuntos más importantes de qué preocuparnos.

Ségolène Royal, que así se llama la buena señora, que fue ministra en varios gobiernos socialistas franceses, se preguntó en una televisión: «¿Habéis probado los que se hacen pasar por tomates ecológicos españoles? Son incomibles. Y yo os lo aseguro, lo ecológico español es un falso ecológico y no respeta las normas francesas». Y nada más saberse aquí, el presidente de Gobierno, las fuerzas vivas y el país al completo iniciaron una campaña en defensa del tomate. Y ahora los productores ecológicos se van a ir a la Fiscalía y a la Comisión Europea a denunciar a la tertuliana.

El presidente Sánchez se apresuró a invitar a madame Royal a comprobar que nuestro tomate es imbatible. Que tampoco era necesario hacerlo en público, porque esas cuestiones se dirimen con una llamada telefónica. Pero así recogió el apoyo de España entera, con columnistas, tertulianos y cocineros todos unidos, y hasta dirigentes populares, que se posicionaron a favor del tomate, aunque no exactamente al del presidente.

Pero madame, que de tomates debe de saber un montón, se mantuvo en sus trece. Sin especificar qué variedad había consumido. Ni si lo hizo en ensalada, salmorejo, pisto o gazpacho. Que nos hubiera venido muy bien para hacernos una idea. Así llevamos un par de semanas. Centrados en los tomates. Con un reto a duelo tomatero incluido.

Francia es el segundo importador europeo de tomate español. En torno a 85.000 toneladas anuales y solo después de Alemania, que se lleva más del doble. Aunque en los últimos quince años redujimos un 34 % las exportaciones, seguimos siendo el tercer país del mundo en dar salida a este producto. Y el próximo año no vamos a enviar a Francia ni un tomate menos, por mucho que madame Royal se empeñe, el presidente de Gobierno la reprenda, las fuerzas viva se alteren y el país se moleste.

Resulta sorprendente, por no decir delirante, que, con los problemas que nos amargan la vida, estemos tan pendientes de lo que dice en una televisión francesa una tertuliana de las decenas de miles que pululan por las teles de toda Europa. Y que no merece respuesta alguna por banal. Y es que, puestos a explicar, podrían haber aclarado, unos y otros, por qué España desciende en el ránking mundial de corrupción, situándose a la altura de Botsuana o Catar, según Transparency International, que advierte que sigue siendo un «problema grave que debe poner en alerta a los poderes públicos». Eso sí que merece una explicación. Y un posicionamiento firme y unánime. De todos.