Portazo israelí a una tregua

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

AMIR COHEN | REUTERS

12 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado con contundencia una propuesta de Hamás que conllevaría liberar a los 136 rehenes que aún tiene en su poder. La milicia islamista propuso 135 días de alto el fuego, la excarcelación de 1.500 presos palestinos y la retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, algo que Netanyahu calificó como «unas exigencias delirantes» que solo invitarían a una nueva masacre, y subrayó que no contempla otra opción que «la victoria total» de Israel, que «está al alcance de la mano». Porque, según él, «el día después de la guerra será el día después de Hamás, y no de una parte de Hamás sino de todo Hamás».

Todo esto muestra lo difícil que va a ser encauzar la situación por un sendero de paz y de entendimiento. Solo Estados Unidos parece creer que aún queda «espacio para alcanzar un acuerdo». Algo que suena esperanzador, pero poco realista, porque nadie se está aplicando a abrir una verdadera senda de paz que pueda poner fin a la guerra. El propio Netanyahu ha sido claro en su propósito de destruir a Hamás (que gobierna en Gaza desde el 2007) para asegurarse de que no vuelva a ser una amenaza.

La realidad es que casi todo el mundo contempla esta guerra como una tragedia que nunca debió de producirse, pero que ya se ha producido, y nadie tiene una solución para devolver la situación a antes del ataque de Hamás y de la represalia de Israel. Porque ahora nadie tiene una respuesta: ni EE.UU., ni Europa, ni los países próximos a la zona del conflicto. Porque hablar de Irán, Líbano o Egipto no es hablar de una solución.

La verdadera desgracia es que la tragedia en curso no tiene una salida fácil. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha manifestado que «el grado de destrucción, con el supuesto propósito de crear un área de seguridad para Israel, no puede justificarse bajo ningún imperativo militar y puede constituir un crimen de guerra». Pero la realidad es que Hamás ha atacado a Israel y que Israel ha causado ya más de 25.000 víctimas mortales en la Franja de Gaza. Y la paz no llega.