El cáncer de laringe tiene una incidencia de 18 casos por cada 100.000 habitantes y año, y es el segundo tumor del tracto respiratorio después del pulmón. Se manifiesta por alteraciones de la voz o disfonía. Los pacientes que tienen una voz ronca durante más de 2 semanas deben ser vistos por su médico. El cáncer de laringe puede asentarse en distintas localizaciones, y en función de esto se puede manifestar con distintos síntomas. Cuando se localiza en las cuerdas vocales, lo más típico es la alteración de la voz y cuando se localiza en la zona supraglótica suelen dar dificultad o dolor al tragar, lo que se denomina disfagia u odinofagia. En ocasiones el primer síntoma puede ser otalgia refleja, que es un dolor irradiado al oído o presentarse como un bulto en el cuello o adenopatía. La causa suele ser, en más del 90 % de los casos, el tabaco. Otro coadyuvante es el alcohol. Es más frecuente en varones y cuando la persona tiene por encima de los 60 años.
El diagnóstico se realiza con una exploración mediante un fibroscopio, una fina goma que se introduce a través las fosas nasales desde donde se pueden visualizar las cuerdas vocales y la zona que se encuentra por encima, llamada supraglotis, así como la faringe, que se encarga de la deglución.
Existen pruebas que se usan para completar el diagnóstico: de imagen como el Tac, la RNM o el Pet-Tac. Cuando se localiza una lesión sospechosa se suele realizar una biopsia para determinar si su naturaleza es benigna o maligna.
El tratamiento, en cuanto se confirma que es un tumor maligno, suele ser quirúrgico y dependiendo de su extensión y localización puede requerir una resección parcial de la laringe o cuerdas vocales o incluso una laringuectomía total. Actualmente gracias a la microcirugía láser, el tratamiento del cáncer de laríngeas se ha hecho mucho menos agresivo y se preserva en muchos casos la funcionalidad de la fonación. Incluso en aquellos casos en los que el paciente deba ser sometido a un tratamiento más agresivo, como una laringuectomía total, puede emitir voz a través de una prótesis fonatoria.
Además, como tratamiento alternativo a la cirugía están los llamados protocolos de conservación de órgano con quimio y radioterapia. También la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales ha aportado una nueva herramienta terapéutica en el tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello. El pronóstico en el cáncer de laringe en estadio precoz puede alcanzar más del 80 % de los casos. Actualmente también la cirugía robótica tiene una indicación en casos seleccionados dependiendo del tamaño y localización en la laringe supraglótica.