Cáncer por tabaco: lo mata (a usted), me mata, nos mata
OPINIÓN
Fumar no deja de estar de moda. Más allá del típico cigarrillo, las nuevas formas de consumo penetran en la sociedad de forma absolutamente irresponsable, y ya vemos a niños que reciben vapeadores como regalo de primera comunión o cumpleaños, arrastrados por la influencia de famosos personajes de internet a los que pretenden imitar.
El próximo 5 de abril hay una ocasión única para alcanzar el oportuno consenso político que permita avanzar en la lucha contra el consumo de tabaco, un hábito que está relacionado con 16 tipos de cáncer y que sigue siendo la primera causa evitable de muerte, enfermedad y discapacidad en todo el mundo. Ese día, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud se abordará el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, en el que consideramos necesario que se promuevan medidas pioneras que protejan la salud de la ciudadanía frente a este veneno, especialmente en el caso de los menores de edad.
A pesar de los avances conseguidos en la lucha contra el tabaco, su consumo sigue estando normalizado, y los jóvenes continúan iniciándose en este peligroso hábito. Lo hacen, cada vez más, a través de esos nuevos dispositivos que, disfrazados de modernidad, se promocionan como menos nocivos que el tabaco tradicional, pero que siguen siendo un riesgo para el desarrollo del cáncer. Su consumo, por mucho que insistan, no es inocuo. En la asociación trabajamos para alcanzar la primera generación libre de tabaco en el año 2030, pero todavía queda mucho camino por recorrer. En Galicia hay más de 410.000 personas que fuman a diario, y los datos del Ministerio de Sanidad muestran que el 25 % de los estudiantes de entre 12 y 13 años han consumido cigarrillos electrónicos alguna vez. En el caso de los menores de entre 14 y 18, más de la mitad confiesan haber utilizado vapeadores, y un tercio, tabaco convencional.
Hay que apostar por medidas que pongan en primer plano la protección de la salud de todos. En este sentido, recibimos con satisfacción la puesta en marcha del programa piloto de cribado de cáncer de pulmón anunciada este lunes por la Consellería de Sanidade, pero también es necesario enfrentar el problema desde la base. Debemos incrementar la presión impositiva sobre estos productos para elevar su coste, reducir su atractivo publicitario y apostar por ampliar los espacios libres de humo. No es necesario inventar nada, solo mirar a lo que se está haciendo en otros países de Europa. Está en juego nuestra salud presente y futura.