«Imaginemos a un médico que se va a reflexionar cinco días para decidir si le atiende o no»

OPINIÓN

Jesús Hellín | EUROPAPRESS

27 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El rincón de pensar

Tenemos al presidente del Gobierno enfurruñado. Se fue al rincón de pensar. Cinco días de reflexión. No debemos enojar a nadie. Porque, imaginemos que se enfada el médico, por ejemplo. Y le dice a un paciente infartado que lo siente, pero que se va a reflexionar cinco días para decidir si le atiende o no. ¿Acaso cualquier ciudadano no tiene derecho a su propio tiempo (aunque solo sea la mitad de cinco) y a su «aposento para reflexionar»? Puede ser un médico, un controlador aéreo, un cuidador de ancianos, un policía o cualquier otro profesional, todos y cada uno de ellos también tienen derecho a «reflexionar». Definitivamente, resulta ser muy mala cosa eso de enfadar a la gente. Sobre todo, si se trata de alguien imprescindible. He ahí la cuestión. M. J. Vilasuso. As Pontes.

Carta de amor

La reacción de Pedro Sánchez es una apología de la famosa artimaña política, recordando tiempos oscuros, de que «detrás de mí, el caos». Una defensa desesperada para que el pueblo haga fuerte, cerrando filas, a un PSOE en horas muy bajas y con su líder cuestionado en su propio partido, escudándose en un ataque a su esposa y a él. Hace cien años, creo recordar, Robert Michels, en su libro Ley de hierro de la oligarquía, lo había recordado como una artimaña de los políticos cuando se ven muy cuestionados. Y eso lo estamos viviendo. Creo que no deberíamos dejarnos influenciar por esta oda victimista de alguien que se escuda en su familia porque no sabe salir de los atolladeros en los que le meten sus malas compañías. Andrés Nidáguila Casal. Pontedeume.