Bronca en «MasterChef»

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

RTVE

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace doce años que empezó MasterChef España y si algo ha podido aprender el espectador en este tiempo es que allí no se va a hacer amigos. Y menos con el jurado. Desde el primer «sí, chef» marcial, desde el humillante «león come gamba», quedó claro que el concurso era una mili acelerada a la que se iba a trabajar y a acatar órdenes a cambio de las lecciones culinarias y de la proyección que su marchamo otorga. A ningún concursante puede pillarle desprevenido que aquello parece un estrés y una experiencia agotadora. Pero tampoco debería sorprender a los jueces que un aspirante desbordado quiera coger la puerta e irse. El trío de cocineros españoles tiene el récord mundial de permanencia en las diferentes versiones nacionales del programa. Son el único jurado original que se mantiene desde el estreno porque se han asentado en personajes que funcionan. Pero no estaría mal que su guion o el posterior montaje pulieran escenas como la del último episodio tras el precedente de Verónica Forqué. El fragmento de la bronca de Jordi Cruz lo ha visto mucha más gente que espectadores tiene el programa.