El titular de este artículo es una licencia periodística, porque Huawei no estaba muerta ni mucho menos. Lo que ocurre es que, como sus móviles dejaron de venderse masivamente en el mundo occidental a raíz del veto de Estados Unidos, mucha gente le había perdido la pista al gigante chino, que sigue en la diana de Washington: ayer, el Gobierno Biden revocó varias licencias de exportación para la venta de chips a Huawei con el fin de proteger «la seguridad nacional», lo que impedirá que Intel —que anunció una reducción de sus ingresos en el segundo trimestre— y Qualcomm le vendan procesadores para productos de consumo, como portátiles y teléfonos móviles.
A pesar de las medidas adoptadas, Huawei ha conseguido recuperar sus ventas de dispositivos y su beneficio neto en el 2023 aumentó un 144,5 % respecto al año anterior; mientras, en el primer trimestre del 2024 sus ventas de móviles en China crecieron un 69,7 %.
Tras la pandemia, la compañía de Shenzhen ha ido afianzando cada vez más su catálogo de wearables y ordenadores personales. Los relojes inteligentes, las pulseras de actividad, los auriculares inalámbricos y las tabletas suponen un nicho muy potente para los vendedores de tecnología, y Huawei ha demostrado que, igual que hizo con los smartphones, puede codearse con las mejores marcas del mercado y estar al mismo nivel que Apple y Samsung.
Esta semana presentó el nuevo Watch Fit 3, con un diseño ultrafino y hasta 10 días de autonomía; este reloj tiene más de cien modos de deporte —entre ellos fútbol y pádel—; ofrece un entrenador personal de control de peso que hace análisis nutricionales, y ha mejorado el seguimiento del sueño, la monitorización cardíaca y del ciclo menstrual. Huawei también anunció el Watch 4 Pro Space Edition, construido con materiales de grado aeroespacial; la tableta MatePad 11.5 S, con una pantalla que reduce la reflectividad por debajo del 2 %, y el MateBook X Pro, un ordenador ligero y potente que pesa solo 980 gramos y tiene un grosor de 13,5 mm. Huawei también continúa liderando el despliegue de antenas 5G, y otro día hablaremos de su importante papel en la revolución de la nueva movilidad. Definitivamente, y perdonen otra vez licencia, este muerto está muy vivo.