La fuerza de la costumbre hace que un puñado de canales muestren los números más desgastados del mando a distancia. En tiempos lejanos, La 1 era la más vista, en parte, por la ventaja intangible de ocupar el primer puesto de la lista. Hay una fuerza que arrastra hacia las grandes generalistas con la esperanza, no siempre fundada, de que sus contenidos sean los más sugerentes. El regreso de Sálvame reciclado y resucitado a un canal minoritario de televisión en abierto quedó oculto entre las grandes cifras con un 3,2 % de cuota y una media de 258.000 espectadores. Pero todo es siempre relativo. Era el primer día y lo que para las estadísticas puede parecer un dato discreto fue récord histórico para Ten, donde ahora se emite al mismo tiempo que en YouTube y Twitch. Más de 1,22 millones de espectadores conectaron en algún momento de sus cuatro horas. Habrá que esperar y observar cuánto tarda el espectador más proclive a este formato en salir a merodear por el espectro audiovisual hasta toparse con una pequeña frecuencia de TDT que, en un giro de los acontecimientos, empieza a competir en primera división con un equipo de eficacia demostrada. Cuando Ana Rosa subió a las tardes de Telecinco sabía que tendría enfrente a Sonsoles Ónega en Antena 3, las series de TVE, los magacines de Cuatro y La Sexta. Lo que no imaginaba era que el formato que su cadena había liquidado podría transformarse en su rival.