El tomate es un alimento muy versátil que puede emplearse en numerosas recetas habituales. Cada una de sus variedades presenta propiedades específicas, por lo que los expertos recomiendan un uso diferenciado.
El tomate cherri es de pequeño tamaño, similar a una cereza. Es posible encontrarlo en rama o ya cortados y envasados en cajas o a granel. La forma puede ser redondeada o similar a una elipse. Su textura es firme y su sabor intenso. Puede usarlo para preparar canapés, brochetas, pizza o ensalada, entre otras posibilidades. Quedan muy bien como adorno sobre una tosta o en un plato de pasta, por ejemplo.
El tomate negro presenta un color característico que le ayudará a reconocerlo porque es una mezcla entre marrón y rojo oscuro con estrías de color verde en la parte superior del fruto. Presenta pocas semillas y un sabor dulce que se considera adecuado para elaborar tostadas y ensaladas, por ejemplo.
La forma característica del tomate pera recuerda a esta fruta. Su color suele ser rojo pero, algunas variedades presentan un color rosado característico y un sabor intenso que las convierte en adecuadas para elaborar una sabrosa ensalada al añadir aceite de oliva virgen y queso fresco, por ejemplo. El de color rojo es el que más se emplea en la industria alimentaria para elaborar conservas y se recomienda para cocinar en casa gazpacho o salsa de tomate, por ejemplo.
El tomate raf es de color rojo con vetas verdes (en función del punto de madurez en que se encuentre) y con estrías abundantes. Tiene un sabor intenso, una textura carnosa y un sabor dulce. Debido a su característico sabor, muy apreciado por los expertos, se recomienda su consumo al natural, en rodajas aliñadas con aceite de oliva virgen. No necesita nada más.
El tomate rama se presenta en ramas de 6 a 8 tomates de olor característico. Son redondeados y de piel gruesa. La textura es adecuada para masticarlo a placer. Resulta indicado para preparar ensaladas o comerlo solo aliñado con aceite de oliva virgen y vinagre de manzana, por ejemplo.