Se fue Joe Biden, llegó Kamala Harris y, de repente, a Trump se le acabó su gran racha.
Donald, el presidente más calamitoso de la historia de EE.UU., mentiroso, convicto y golpista, había basado su campaña a la Casa Blanca en un hecho incontestable: Biden era mayor que él y mostraba síntomas de debilidad. No valía para encarnar el papel de comandante en jefe. Pero al retirarse el demócrata, haciendo un sacrificio doloroso (para él) y elogiable, cambia el panorama. El neoyorquino, al que le cuesta hilar cuatro frases seguidas, es ahora el viejo. No hay discusión posible. Tiene 78 años. Su rival, 59.
Las encuestas nunca dieron una gran ventaja a Trump sobre Biden. Ahora empiezan a detectar una ola creciente de popularidad de Harris, sobre todo en internet. Su candidatura cuenta ya con un meme viral en Twitter, TikTok, YouTube e Instagram, vinculado a una frase sonora. Su «¿te acabas de caer de un cocotero?» recuerda al efecto del mote Perro Sanxe.
Era una caricatura, un motivo de crítica, ahora es un grito de guerra, un elemento movilizador difundido y consumido por público joven. Queda mucha campaña, pero Donald, una calamidad humana, está descolocado: critica a Kamala por ser mujer (ojo a este factor) y la llama «loca» por su forma de reírse. Seguramente no ha leído El nombre de la rosa, de Umberto Eco. E ignora el gran poder subversivo de la risa.