Ese guiño de ojo frente a un ministro

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez ESTADO BETA

OPINIÓN

VITOR MEJUTO

29 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En La Voz de Galicia brilla hoy la luz azul de la mirada del editor. Santiago Rey Fernández-Latorre sigue presente en esa Redacción que enseñó a trabajar. «Ni un solo insulto, ni una insinuación. Solo agarraos a sus palabras, recordarlas vosotros y recordárselas a los que las pronunciaron», dijo en una reunión ante uno de los acontecimientos más duros para la historia de Galicia, con el Prestige como protagonista. 

En otra ocasión nos sentó a unos cuantos periodistas ante una mesa en la que se encontraba un ministro que quería convencernos de que la independencia económica de Galicia pasaba por quedarse fuera del mapa financiero. Sin estridencias, con la seguridad que daba su presencia en esa mesa de reuniones, convencimos al político de turno de que La Voz de Galicia tenía criterio y estudiaba en profundidad aquellas propuestas que nos quería vender. No coló. Santiago Rey, en un momento clave de la conversación, hizo un guiño de ojo aprobando el argumentario con el que sus periodistas estaban desarmando al ministro. Este salió por la puerta camino a Madrid sin haber hecho los deberes que le habían encargado, y teniendo claro que La Voz de Galicia era más que un periódico y que su editor lo era en toda la grandeza de la palabra.

Trabajar al lado del «primer periodista de La Voz» era tener la tranquilidad de trabajar con criterio, con una persona que siempre te iba a defender frente a intereses espurios que atentaban contra la integridad del territorio, la democracia y el bienestar de Galicia y sus ciudadanos.

Santiago Rey Fernández-La Torre deja un legado histórico único y un periódico único al que dedicó su vida.