Los españoles nos hemos pasado buena parte del verano leyendo y oyendo hablar sobre la mpox y la viruela del mono. Muchos han relacionado ambas expresiones gracias a que algunos periodistas que han empleado mpox tomaron inicialmente la precaución de añadir, entre paréntesis, «viruela del mono».
El problema, al menos para quienes hablan en español, surgió hace un par de años. El 22 de noviembre del 2022, la Organización Mundial de la Salud anunció que recomendaba un nuevo nombre de la viruela del mono («WHO recommends new name for monkeypox disease», OMS dixit). Añadía entonces que, tras una serie de consultas con expertos mundiales, comenzaría a utilizar el nuevo término preferente, mpox. Este conviviría con el viruela del mono o viruela símica durante un año, mientras se eliminaban gradualmente estos términos y sus otras variantes. Viruela símica se había adoptado en 1970 porque la enfermedad se detectó por primera vez en simios de laboratorio, en 1958 en Dinamarca. Pasado el meridiano del 2024, la OMS ha seguido escribiendo con grandes caracteres en la portada de su web «Viruela símica (mpox)».
Este organismo de la ONU, el especializado en asuntos relacionados con la salud, señala como origen de su nueva decisión las propuestas en ese sentido de personas y países que a principios del 2022, coincidiendo con la expansión de un brote de viruela símica, habían observado usos de lenguaje racista y estigmatizante relacionado con la enfermedad. Pidió entonces propuestas de nuevos nombres, que debían cumplir, entre otras condiciones, las de que se pudiesen usar y pronunciar en diferentes idiomas. Cuando eligió mpox prometió que, si surgían problemas con esa denominación, se abordarían. En aquel momento, la Organización Panamericana de la Salud, vinculada a la OMS, anunciaba que esta iba a empezar a emplear «en inglés» mpox, y que el nuevo nombre en otros idiomas, incluido el español, estaba siendo estudiado por aquel organismo. Ignoramos si ha habido algún avance desde entonces.
Mientras tanto, el Diccionario panhispánico de términos médicos, de la Academia Nacional de Medicina de España, desaconseja el uso de mpox por considerarlo anglicismo. Se trata de un acortamiento del inglés monkeypox (viruela del mono). Los problemas empiezan por cómo lo deben pronunciar los hablantes de español. ¿Quizá [empóx] o [emepóx]? La mp- inicial del término es ajena a nuestra lengua, en la que ninguna palabra comienza por ese grupo consonántico. Para paliar daños podría recurrirse a una e protética (empox), pero no parece la solución ideal.
Por su parte, la Academia Española no se ha pronunciado formalmente, pero consta que en aquella casa consideran que las denominaciones viruela del mono, viruela símica, viruela de los simios y viruela de los monos son perfectamente válidas en español y no plantean ningún problema lingüístico. Claro que el que intenta resolver la OMS no es lingüístico. Aunque por aquí no hemos notado por ahora que esas expresiones se empleen para estigmatizar a nadie.
Corremos el riesgo de que la corrección política lleve a cambiar los nombres de otras enfermedades. Basta con que algún descerebrado los emplee contra otras personas.