La fiebre del Nilo y Galicia (riesgo cero)

Juan Gestal Otero EN VIVO

OPINIÓN

María Pedreda

11 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La fiebre del Nilo Occidental es una zoonosis producida por un flavivirus (VNO), denominado así por haberse aislado en 1937 de una mujer del distrito del Nilo Occidental en Uganda. Es el arbovirus más extendido en el mundo, presente en todos los continentes excepto en la Antártida. Se mantiene en un ciclo endémico entre aves y mosquitos, causando brotes epidémicos estacionales (marzo-enero) afectando a aves, équidos y personas. Su reservorio son numerosas especies de aves no de corral, jugando las aves migratorias un papel muy importante en su diseminación. En la mayoría no produce síntomas. Los vectores son mosquitos del género Culex (Cx. pipiens y Cx. modestus), ampliamente distribuidos en España y en Galicia, que transmiten el VNO a sus descendientes por vía transovárica.

A las personas se transmite por la picadura de mosquitos hembra infectados. Con mucha menor frecuencia, por contacto con sangre u otros tejidos de animales infectados, trasplante de órganos, transfusiones, leche materna, vía transplacentaria o por exposición accidental (autopsias, laboratorio). No hay transmisión de persona a persona, ni al personal sanitario, cuando se toman las precauciones ordinarias de control de infecciones. Los caballos y personas infectadas, debido a su viremia baja y de corta duración, no transmiten el virus a los mosquitos que lo adquieren picando a las aves. En casi el 80 % de los casos humanos causa una infección subclínica; en el 20 % restante la fiebre del Nilo Occidental, una enfermedad febril leve, y en menos del 1 % formas graves con meningitis, encefalitis o la muerte. Su período de incubación es de 2 a 14 días.

La estratégica situación de España, zona de paso de aves migratorias entre Europa y África, y la importancia de nuestros humedales como áreas de nidificación de muchas de estas aves (marismas del Guadalquivir, comarca de La Janda en Cádiz, áreas lacustres en Extremadura y delta del Ebro en Cataluña), hacen que el riesgo de brotes sea alto. La enfermedad es endémica sobre todo en la cuenca del Guadalquivir, pero también en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Comunidad Valenciana. Su prevención se basa en la vigilancia en mosquitos, aves, caballos y humanos, para identificar áreas con circulación vírica y poner en marcha medidas de lucha específicas (desinsectación y educación de la población sobre cómo reducir la exposición).

Galicia está en el escenario de riesgo cero (no se ha detectado históricamente presencia del VNO). Hay los mosquitos vectores, pero no transmiten la enfermedad al no estar infectados. Para su vigilancia se constituyó en el 2017 la Red Gallega de Vigilancia de Vectores. En este escenario, los objetivos y actividades se centran en la preparación y en confirmar la ausencia del VNO en el territorio, manteniendo, además de la vigilancia activa entomológica, la vigilancia pasiva de aves, equinos y humanos.