Inteligencia artificial: ¿revolución laboral o amenaza?
OPINIÓN
Para los menos puestos, diré que la IA Gen (inteligencia artificial generativa) que ha enloquecido al mundo es una tecnología que utiliza algoritmos avanzados para crear contenido como imágenes, textos, música e, incluso, programación. ChatGPT, el más conocido, es una de las plataformas de más rápido crecimiento de la historia: cien millones de usuarios en dos meses.
No hay duda de que transformará todos los sectores de actividad. Si el 2023 fue el año de adopción de la IA Gen por los particulares, este 2024 es el año de las empresas: se calcula que unas 53.000 compañías a nivel mundial la usan ya habitualmente. Revolución de productividad y de la eficiencia. De hecho, ya está redefiniendo las fronteras del trabajo tal y como lo conocemos, cambiando tanto la forma como las habilidades necesarias para desempeñarlo.
El miedo a la innovación no es un fenómeno nuevo. Recordemos que la reacción inicial hacia la energía eléctrica fue de temor. Pero, con el tiempo, se convirtió en imprescindible en la vida cotidiana. De manera similar, la IA Gen, aunque pueda parecer intimidante, tiene el potencial de convertirse también en indispensable.
Mejorará las capacidades profesionales, aumentándolas. Personalmente, no veo un proceso radical inmediato de sustitución de profesionales de forma generalizada, pero sí, parcialmente, de muchas de sus actividades, mejorando las capacidades humanas. Pongamos el caso de un abogado, probablemente la parte de investigación y síntesis se podrá hacer más rápidamente (con las debidas cautelas y adecuada supervisión), mejorando la productividad. Sin embargo, otras actividades como la comunicación con el cliente o la participación en juicios no son sustituibles, al menos en el futuro más inmediato.
¿Crea o destruye empleo? Pues, depende. La preocupación por la pérdida de empleos en ciertos sectores es palpable y tiene sentido. Según el World Economic Forum, la mitad de las empresas esperan un crecimiento del empleo derivado de la IA Gen y uno de cada cuatro prevé que se genere una pérdida de puestos de trabajo. En la visión más optimista, a cinco años, la IA Gen crea nuevos empleos en muchos campos; sin embargo, resulta evidente que los impactos serán desiguales y habrá capas de la población que se queden, totalmente, fuera de juego.
Como no vivimos en la despiadada era victoriana, tendrán que arbitrarse medidas para que las ganancias de productividad no caigan solo de un lado y se mitigue el impacto en los que, por mucho que lo intenten, no conseguirán sobrevivir laboralmente.
En cualquier caso, lector, tenga claro que el que sí lo va a desplazar es aquel profesional que sepa utilizarla. En Estados Unidos, los especialistas en recursos humanos con conocimientos de inteligencia artificial ganan actualmente 35.000 dólares más al año de media que los que no los tienen, según datos de Lightcast.
Desde pequeños estamos acostumbrados a pensar en septiembre como el mes de los nuevos comienzos. Hagamos borrón y cuenta nueva para dotarnos de las capacidades que cortocircuitan la obsolescencia profesional.