Manual de transgresión

Nieves Lagares
Nieves Lagares Diez CONTRADICCIONES

OPINIÓN

María Pedreda

21 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Había pensado escribir sobre las palabras prohibidas de nuestro tiempo, aquellas que no se pueden decir, fruto de la corrección política, y que acotan la semántica de lo prohibido, los nuevos nihil obstat, las palabras que te convierten en hereje, en perverso, en machista o en facha. Estamos inmersos en una exhaustiva producción de prohibiciones en la que la subjetividad de la ofensa se ha convertido en norma, primero social y después legal.

Si el mayo del 68 nos dejó aquello de prohibido prohibir y desancló las libertades de la moral establecida, la caída de las torres gemelas reintrodujo las posibilidades de limitación de los derechos y volvió a encorsetar las libertades en la moral o en la ética.

La inmensa mayoría de los humoristas de los años 70, 80 y 90, no podrían expresar su humor en la corrección de nuestros días, es más, incluso los humoristas actuales encuentran dificultades no solo en el objeto del humor, sino también en la forma del tratamiento. Pero esto no ocurre solo con el humor, son muchas las áreas en las que la corrección se ha constituido como el corsé del pensamiento, qué y cómo se puede pensar es fruto de la hegemonía moral y ética de nuestro tiempo.

Nadie creyó nunca que en España pudiera imponerse un límite de alcohol cero para conducir y sin embargo vamos en camino. No es una cuestión de necesidad, es un cambio de la cultura de la prohibición; está permitido prohibir, es más, ha nacido una cultura de la prohibición en la que mi moral impone las prohibiciones a los otros.

Y en eso apareció Broncano, y lo hizo para reformular y trazar los límites de la transgresión permitida. Mientras el Gobierno, en coherencia con lo que sucede en Europa, saca una ley para fijar los marcos que delimitan la forma de regenerar la democracia, Broncano redefine los límites de la transgresión permitida en la televisión institucional.

La masiva respuesta de público a la propuesta del showman no es más que la expresión de la necesidad de espacios, de comunicación, de políticas, de contenidos, que circulen por los límites de la transgresión, una válvula de escape, un elemento imprescindible también para regenerar la democracia.

Junto al manual de resistencia, el manual para asaltar los cielos y, ahora, el manual para la regeneración democrática, España necesita un manual de transgresión, porque cuando ya no está prohibido prohibir necesitamos marcar claramente los límites de lo no prohibible.

El programa de Broncano debe ser visto como una parte importante de ese manual de transgresión, que fija los límites de lo transgredible, pero también los límites de lo que no se puede transgredir, y eso también regenera la comunicación, para bien o para mal, según quien.