Los presocráticos

Cristina Gufé
Cristina Gufé VENTANA ABIERTA

OPINIÓN

Elias Marcou | REUTERS

24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Son un grupo numeroso de pensadores con los que nace la historia de la filosofía en Occidente; viven alrededor de los siglos VI y V a. C. Podemos nombrar a Tales de Mileto, Pitágoras, Demócrito, etcétera. Quizá los más destacables —teniendo en cuenta el curso posterior en la evolución de las ideas— serán Heráclito y Parménides; el primero de ellos nos dice que todo fluye, lo real es la continua movilidad, y el segundo, que lo real es un ser eterno y quieto.

Para los primeros filósofos, el ámbito de reflexión es la naturaleza, la física, la cosmología. Ella es la realidad, lo que es y será siempre (para creer que fue creada hay que esperar al cristianismo). Parece que hay movimiento: nacer, crecer, desaparecer, multiplicidad de individuos, etcétera, pero a los presocráticos se les ocurrió pensar que había que saber cuál era el elemento invariable que hacía posible la permanencia, ya que la naturaleza siempre estaba ahí.

A pesar de la aparente simplicidad en las respuestas —Tales dice que el elemento común y permanente podía ser el agua, otros, el aire, el fuego...—, la gran aportación de estos autores fue dedicarse a observar —actitud científica—, lo que supone un cambio trascendental en relación con la mentalidad mítica anterior, que recurría a acciones caprichosas de dioses para explicar el mundo. Tal vez, el que nos resulta más difícil de entender es Parménides: polemiza con Heráclito y crea un principio racional, lógico, cuando dice «el ser es y el no ser (nada) no es». El movimiento implicaba negación del ser. Todos estaban muy centrados en lo natural, pero Parménides da un salto filosófico de gigante, ya que su lógica resultaba aplastante cuando razona que lo real ha de ser inmóvil. Los filósofos posteriores tuvieron que tenerlo en cuenta, aunque no abandonaron el intento de explicar el movimiento —hubo que esperar a Aristóteles para tener otra gran idea—.

El nivel de abstracción que le permitió a Parménides pensar con lógica, junto con las demandas de Sócrates en lo referido a la ética, permitirán más tarde a Platón articular su pensamiento hasta el punto de crear otra rama de la filosofía que es la metafísica, que, junto con la política, serán sus temas centrales; también para la humanidad. La política viene exigida por nuestra condición social, y la tendencia a sobrepasar lo que observamos, al querer conocer más y más, sin fin —como dirá Kant en el siglo XVIII—, estará presente allí donde se encuentre un ser humano. Así, los presocráticos fueron naturalistas, físicos, cosmólogos, pero pretender explicar la naturaleza desde un elemento común e invariable es una intuición metafísica.