La Xunta ha anunciado el lanzamiento de una nueva empresa comercializadora de energía para el 2025, sin duda una buena noticia. Para los consumidores, siempre que aparecen nuevas alternativas para la contratación de electricidad supone una mejora porque aumentan nuestras opciones. Y eso siempre es bueno. Si, además, esta comercializadora nace con la voluntad de ofrecer energía eléctrica a precios competitivos, lo es aún más. Y si a esto sumamos que se trata de una energía de origen renovable, entonces podemos hablar de una apuesta por la sostenibilidad.
Esta propuesta surge en un momento en el que la industria necesita, ahora más que nunca, un fuerte impulso que le permita recuperar el terreno perdido en materia de competitividad. En los últimos años, la industria nacional ha visto cómo su consumo eléctrico se desmorona por culpa de la crisis de precios energéticos, que ya supera los tres años. La falta de consumo eléctrico se traduce inmediatamente en la paralización de la actividad industrial y, con ello, de la aportación a la economía en su conjunto. A esto mismo hace referencia el informe Draghi cuando habla de la importante pérdida de competencia de la economía europea.
El problema añadido es que en España el impacto está aún más agudizado. En los últimos años hemos sido protagonistas de cómo ha aumentado la diferencia en el precio final de la electricidad que paga nuestra industria cuando la comparamos con nuestros principales competidores en Europa o con otras regiones del mundo, como EE.UU. o China. Esta realidad lastra nuestra productividad y exige una respuesta contundente si lo que queremos como sociedad es apostar por el crecimiento económico a partir de una industria sostenible, que además genera empleo de calidad y riqueza.
Por todo ello, una propuesta que pretende abordar directamente los problemas de competitividad que afectan especialmente a la industria es una propuesta necesaria y que venimos reclamando desde hace tiempo. En los últimos tres años, los precios de la energía en el mercado eléctrico son los más altos de la historia desde que se creó hace ya más de 25 años. Pero a esto debemos añadir una fiscalidad que este año se ha revisado al alza y unos costes adicionales, en forma de cargos, que seguirán añadiendo presión en la factura final que pagan todos los consumidores, pero con mayor incidencia en las industrias por la elevada dependencia que tienen los costes eléctricos en su capacidad de vender su producción.
Desde AEGE esperamos con gran interés el lanzamiento de la nueva comercializadora y deseamos que esta iniciativa llegue a buen puerto. Esto significará que avanzamos, no solo en la descarbonización de nuestra sociedad, un pilar fundamental, sino también en la competitividad de nuestra industria, lo que nos permitirá liderar y apostar aún más por acelerar este proceso.