De manera general, las bebidas vegetales no contienen lactosa ni colesterol, son bajas en grasa y presentan grasas insaturadas más saludables, son fuente de vitaminas (especialmente del grupo B) y participan en el mantenimiento del equilibrio entre sodio y potasio, entre otras propiedades.
La bebida de almendras se obtiene a partir de la harina de estos frutos mezclada con agua y, normalmente, sustancias endulzantes. Rica en fibra, presenta un porcentaje de proteínas menor que la leche de soja, por ejemplo, pero contiene L-arginina, un aminoácido esencial y minerales (magnesio, hierro y calcio). Adecuada para mantener los huesos sanos, se recomienda a mujeres lactantes y menopáusicas, pero no deben consumirla los alérgicos a las almendras o a los frutos secos.
La bebida de arroz se elabora con granos molidos, cocidos y fermentados. Es hipoalergénica, sin gluten y se recomienda a quienes padecen diarreas. Contiene vitaminas B3 y B6, potasio, magnesio, triptófano y ácidos grasos poliinsaturados. Adecuada si quiere relajarse, pero tiene un alto índice glucémico, por lo que no estaría indicada para diabéticos ni para quienes desean reducir el contenido de azúcar de su dieta.
La bebida de avena es rica en vitaminas (grupo B, D, E y K), minerales (magnesio, hierro, calcio y fósforo), ácidos grasos esenciales, antioxidantes, fibra, proteínas y betaglucanos. Es saciante, baja en calorías y relajante. Contiene gluten. Resulta adecuada si quiere hidratarse y reducir o mantener su peso.
La bebida de soja fue la primera que apareció en el mercado. Contiene proteínas, vitaminas (especialmente del grupo B y la E), minerales (magnesio, hierro y calcio) e isoflavonas, y no presenta grasas saturadas. Se considera que resulta difícil de digerir para quienes tienen problemas con las legumbres (como lentejas y garbanzos). Elija la versión orgánica.
Se recomienda variar el consumo, ya que cada una aporta nutrientes diferentes e interesantes para la salud. Pruébelas y decida las que prefiere tanto para el consumo directo como para elaborar platos cocinados dulces y salados.