Inundaciones
El caso es meter el cambio climático por algún sitio en esta tragedia de Valencia. El clima es algo vivo y cambia, por supuesto, pero de eso a ponerlo como centro de lo ocurrido, no lo creo. Las personas están edificando donde no es conveniente. Ya no hay una ganadería caprina que se alimentaba de mucha vegetación, lo que hubiera servido para paliar la tragedia. Pero vayamos a lo más triste, se podía haber minimizado el numero de fallecidos si se hubiera actuado desde el primer minuto sin tanto protocolo y con un mando único, y eso le corresponde al presidente del Gobierno español. ¿Para que sirven las comunidades autónomas? ¿Para que sirve el Gobierno de la nación? Quizá para maltratar al ciudadano y freírnos a impuestos. En mi opinión, los políticos pueden haber cometido delitos. Estamos a siete días y siguen manteniendo disputas. Siguen igual. José Luis Sedano.
Samuel Luiz: ¿qué está fallando?
El testimonio de un padre roto de dolor resonó hace unos días en la Audiencia Provincial de A Coruña. La declaración de Maxsoud Luiz caló hondo a nivel nacional y se hizo el silencio. Sus palabras llenas de amor reflejan la calidad humana que se echa de menos en todos los rincones de este caso. Lejos de apelar por una justicia basada en la ley del talión —ojo por ojo, diente por diente—, el padre de Samuel expuso la urgencia de una reflexión necesaria para evitar que el odio y el miedo continúen destruyendo vidas. Aquí no hay una sola familia destrozada, hay siete.
A pesar de que cada vez los jóvenes gozamos de más libertades —o eso se empeñan en hacernos creer—, no paran de incrementar las discriminaciones sociales, la impasibilidad ante las injusticias o los enfrentamientos violentos por motivos sin sentido. ¿Qué está pasando? ¿Cuántas personas había en la avenida de Buenos Aires aquella fatídica noche? ¿Cuántas de ellas pudieron hacer algo por parar aquel hecho atroz y no lo hicieron? ¿Cuántas han callado después? Está claro que vivimos encarcelados en una realidad cada vez más vacía de valores. Cinco personas, sin contar con los dos menores que ya han sido condenados, se sientan en el banquillo de los acusados. ¿Es esto suficiente o deberíamos juzgarnos a nosotros mismos como una sociedad que, en su mayoría, permanece inmóvil ante el horror? Tengo tantas preguntas al respecto que invito a todas las personas que lean estas líneas a reflexionar para buscar respuestas y soluciones. Elena Fernández Morala. A Coruña.
¿Son tontos los yanquis?
Muchos de los que personal y profesionalmente conocemos los Estados Unidos apostábamos, «en favor de la democracia, las mujeres, los inmigrantes...», por Harris. ¿Por qué tuvo muchos más votos Trump, que sigue luchando por todo lo contrario? Por lo que ya sabíamos e incluso confesábamos sin querer al reconocer nuestra reserva ante ambos: porque la guerra es lo peor, porque acaba —y hoy, nuclear, más— con todo; guerra cada día más cercana, con añadidos como Corea del Norte e Irán, que sería más probable con Harris y dañaría al mundo entero. Tan, tan mal estamos. Martín Sagrera. Madrid.
La victoria de Trump
Donald Trump ha sido el candidato más votado en las elecciones de EE. UU. ¿Cómo puede el sistema electoral americano permitir que una persona que ha sido acusada de agredir sexualmente a mujeres, que tiene un discurso basado en el odio, la xenofobia y la discriminación, que difunde mentiras y, además, tiene cuatro juicios abiertos contra él, pueda presentarse a las elecciones? Martina Solé Valero. Bilbao.