Las pipas son el fruto de la planta de girasol Helianthus annuus, que le resultará bien conocida si ha cruzado, por ejemplo, los campos de Castilla en los que hay enormes plantaciones de este vegetal. Realmente su cultivo se ha extendido por diferentes regiones de clima templado, aunque sea originaria de América del Norte. Son muchas las variedades utilizadas en alimentación. Contienen vitamina E, colina, ácido fólico, grasas (lecitina), aminoácidos, ácidos grasos esenciales, minerales (potasio, calcio, magnesio, etcétera.), lignano y ácidos fenólicos (con mayor contenido en mentol que la propia planta de la menta). A nivel calórico, los datos indican que 100 gramos proporcionan unas 575 Kcal.
Por su composición nutricional se consideran revitalizantes y antienvejecimiento. Respecto a la vitamina E (antioxidante por excelencia), una ración (28 gramos) contiene un alto porcentaje. Podrían ser adecuadas para los deportistas, pues el potasio y el magnesio incrementan la capacidad muscular y reducen los tirones y contracturas provocadas por el ejercicio. Mejorarían las defensas, el sistema nervioso y protegerían el sistema cardiovascular. Pueden ser consumidas en ensaladas, con yogur, en los panes especialmente elaborados, etc. No se sienta culpable porque engorden, pues son un buen complemento nutricional para su organismo, aunque no es recomendable abusar de su ingesta.