El pie diabético, una enfermedad incapacitante
OPINIÓN
El pie diabético es una complicación de la diabetes, por tanto, le sucede a personas que padecen esta afección crónica de salud. Provoca en los pies una pérdida de sensibilidad (neuropatía diabética) o una pérdida de aporte sanguíneo (isquemia), y la combinación o aparición aislada de una de estas complicaciones conlleva a que estas personas puedan tener úlceras o lesiones en los pies.
Más de 400 millones de personas en el mundo tienen diabetes y se augura que superarán los 500 millones en el 2030. Las úlceras del pie son una de las complicaciones crónicas más frecuentes y se estima que el riesgo acumulado de desarrollarlas a lo largo de la vida de los pacientes diabéticos es de, al menos, un 15 %. Por otro lado, las amputaciones no traumáticas en diabéticos son quince veces más frecuentes que en la población general, superando entre dos o tres veces la tasa en hombres que en mujeres. Ambas constituyen un serio problema de salud que genera un alto coste social y económico para el paciente, sus familiares y los sistemas de salud.
El 80 % de estas lesiones se pueden prevenir. La clave es proporcionar amplia información a los profesionales de la salud para evaluar correctamente el pie de un diabético, los signos de alarma a tener en cuenta; y, por otro lado, educar al propio paciente en el autocuidado de los pies. El paciente debe realizarse un adecuado corte de uñas, consultar ante cualquier aparición de lesión o ulceración y mantener un buen control metabólico de la enfermedad. Es indudable que la neuropatía periférica y la enfermedad vascular son los principales factores que pueden crear un entorno propicio para la aparición de lesiones, por lo que debe incluirse su evaluación en controles periódicos.
El 20 % de las lesiones son producidas por un calzado inadecuado, un porcentaje conocido desde hace años. La evidencia actual sobre el uso del calzado terapéutico adecuado al grado de riesgo de pie diabético abre las puertas de una herramienta que nos sirve tanto para evitar úlceras en el pie como para disminuir el número de recidivas que se producen en pacientes que han tenido alguna previamente. Se abre así un horizonte alentador para la, habitualmente, difícil tarea de elegir un calzado adecuado, eso sí, con la correcta prescripción por parte del podólogo especialista.
En la medida que logremos dar una atención integral a estos pacientes, que incluya la evaluación realizada por un podólogo especializado en pie diabético, además de un muy buen control metabólico, podremos reducir las cifras de ulceración y amputación.