
En Valencia ya hay dos espacios artificiales. El primero fue la Albufera, cuya conversión en inmensos arrozales exigió constantes aterramientos y una compleja red de acequias y estanques que regulan los cultivos subacuáticos. La epopeya
En Valencia ya hay dos espacios artificiales. El primero fue la Albufera, cuya conversión en inmensos arrozales exigió constantes aterramientos y una compleja red de acequias y estanques que regulan los cultivos subacuáticos. La epopeya