Las tribulaciones de Koldo García

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

18 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día eres el asesor del hombre de confianza del jefe de todo esto, la llave allen que abre la puerta de todo ministerio viviente, y en un tris acabas mirando de reojo el contador de un taxi detenido a los pies de los caballos del Tribunal Supremo, donde espera una nube de periodistas y suena, a lo lejos, el murmullo de Ferraz en plan «¿Koldo qué más? Pues ahora mismo no caigo». A este mandado, perdón, a este García, investigado por tráfico de influencias, cohecho, blanqueo y pertenencia a organización criminal —él dice que lo que hizo lo hizo por España— no le han pedido ni un triste autógrafo tras despegar del taxi su sospechoso bulto. A lo mejor, luego se arrepienten. Pues quién sabe si este hombre del montón corrupto (presuntamente) no acaba pasando a la historia como punta del iceberg que rajó el casco y envió a la fosa de las Marianas (sic) al también presuntamente insumergible trasatlántico de nombre Pedro y de apellido Sánchez.