Trump da comienzo a su estrategia de presión

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

David Dee Delgado | REUTERS

10 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Según el diccionario de la RAE, prepotente, en su segunda acepción es el que «abusa de su poder o hace alarde de él», mientras que pretencioso es el «presuntuoso, que pretende ser más de lo que es». Ambos epítetos califican de manera precisa a dos personajes, Trump y Musk, a cuyas salidas de tono e ideas absolutamente imprevisibles tendremos que acostumbrarnos y aguantar estoicamente durante los cuatro años que se supone que durará el mandato del primero, si no hay nada que lo impida.

Y es que, si ya antes de su toma de posesión, prevista para el 20 de este mes, Trump ha lanzado serias amenazas sobre Canadá, el canal de Panamá y Groenlandia, cualquier exabrupto, salida de tono e idea rocambolesca es posible. Obsesionado con la economía, como corresponde a un empresario, es más que previsible que su mandato pivote sobre su afán por recuperar el liderazgo mundial en este ámbito mediante todo tipo de medidas, incluyendo las coercitivas. Trump quiere que los productos norteamericanos se vendan por todo el mundo mientras frena la entrada de los extranjeros en su territorio con la aplicación de aranceles elevados y otras medidas de presión. Para hacer más competitivas las manufacturas estadounidenses debe recortar los gastos, entre los que se encuentran las tasas de transporte y los peajes de paso por el canal de Panamá. Al objeto de que le recorten la tarifa, Trump amenaza con hacerse con el control armado de Panamá.

Por su parte, Groenlandia tiene importantes yacimientos de tierras raras, sumamente necesarias para la producción tecnológica, además de gas. Además, y como consecuencia del fuerte deshielo ocasionado por el cambio climático, se ha convertido en un importante lugar de paso entre los océanos. Trump es consciente del desencanto que sus habitantes sienten hacia Dinamarca y no ha dudado en explotarlo.

¿Y qué decir de Canadá? Ese vasto país, que ocupa toda la frontera septentrional de EE.UU., con enormes recursos naturales y acceso natural al Polo Norte, convertiría a Estados Unidos en el mayor país del mundo.

Desde luego, Trump no es tonto. Estos tres territorios aportarían importantísimas ventajas económicas y estratégicas a EE.UU., colocándolo en el liderazgo internacional sin adversarios. Sin embargo, hacerse con ellos requeriría ejecutar acciones militares que conllevarían el inicio de una gran proceso bélico internacional que ni él, ni el mundo, se pueden permitir. Sin embargo, si pudiera conseguir algún beneficio amedrentándolos, para alguien sin escrúpulos como él seguramente cumpliría sus objetivos. Cuestión aparte es que cedan a su chantaje.