A lo mejor, todos tenemos el derecho a pensar en alguna respuesta para reprender justificada y oportunamente a quien nos haya chantajeado sin consideración ni respeto alguno como es el caso de nuestros políticos en el poder. Juegan al pimpón con la subida de las pensiones y con las ayudas de primera necesidad a gentes que lo han perdido todo. Y esto sin entrar en los detalles de la supuesta corrupción en la que están inmersos y que tratan de tapar, con todos los medios a su alcance, que siendo muchos, igual resultan tan insuficientes como frenar el viento con la mano. En el mejor de los mundos, el sueldo de quienes ahora son capaces de jugar tan alegremente con el de los demás, puede llegar a no depender de ellos mismos, como está siendo el caso. Hablan desde sus «púlpitos», preparados para la ocasión, repitiendo tantas veces el mismo relato que casi cada día la gente se lo aprende de memoria como si se tratara de una lección. Nos cuentan una y otra vez quiénes son los malos y quienes los buenos. Y la sociedad sigue de espectadora adormecida, esperando el the end. M. J. Vilasuso. As Pontes.
Trampismo a la española
Cuando Trump juró su cargo, rodeado de sus multimillonarios compañeros de viaje, se permitió la osadía de derogar 41 leyes, todas tendentes a mejorar la vida de los más vulnerables en un país en el que la sanidad es privada y en el que las minorías, negros, chicanos, gais, están siendo apaleados e incluso asesinados a manos de su policía. El miércoles vimos cómo las derechas más recalcitrantes de nuestro país, PP, Vox —cuyo presidente, Santiago Abascal, ex-PP y asistente a los actos de jura de Trump, trayendo comentarios muy favorables para la ultraderecha— y Junts, cuya asonada reciente pretendió revertir el orden constitucional, lo que le supuso la huida de su presidente a Waterloo mientras un montón de dirigentes acabaron en la cárcel, firmaron a pie juntillas en contra de la revalorización de las pensiones. Lo que significa un retroceso para nuestra democracia. Hace tiempo que oímos bramar a algunos iluminados en contra de mantener las pensiones. Por eso es necesario que los pensionistas se den cuenta de quiénes son sus enemigos. Entiendo que Vox, abducido por Trump, quiera crear una sociedad elitista. Para un hombre como Abascal, que no se le conoció empleo ninguno en su larga vida, sería la repera. Pero ¿y los otros? Tengo que reconocer que cuando escucho hablar a Puigdemont o a Cuca Gamarra o a Tellado, no noto diferencias reseñables con Abascal. Así que, estemos atentos a lo que se nos puede venir encima si algún día estos tres llegan a tomar las riendas de este país. Raúl Pillado Lista. Narón.
Aliados del infierno
Trump y Putin, tanto monta, monta tanto. O Dios los da y ellos se juntan. Escuchar a Trump defender las acciones de Putin, como la invasión de Ucrania, revuelve las tripas al resto del mundo. Hasta el momento, no ha tenido tiempo de hacernos ver todas las maldades que el prepotente presidente de Estados Unidos tiene preparadas para disparar al mundo. Pero lo poco que vimos ya pinta mal. Vienen cuatro años dictatoriales que, si Dios no lo remedia, harán del mundo un lugar menos habitable. Dicen que el ser humano debería desaparecer y dejar que el futuro alumbrara uno mejor y más empático, pero nada nos garantiza que los «monos» que hoy ejercen el poder desaparezcan también. Lo más probable es que se queden, que nos sobrevivan, para seguir machacando al que venga, a perpetuidad. Como excelentes e imperecederos aliados del mismísimo infierno, Trump y Putin dispondrán su propia clonación para seguir con la exterminación de todo lo bueno. Xiana del Cabo. Santiago.