
Veinte años después de la primera edición del Diccionario panhispánico de dudas, el pasado fin de semana llegó a las librerías la segunda, que había sido presentada en noviembre. Desde hace meses podía consultarse en la web de la RAE una versión provisional, que hasta la redacción de este artículo allí se mantenía. En un primer vistazo a la impresa se observan diferencias relevantes respecto a esa. Veamos un par de ejemplos.
Se confirma el cambio de criterio sobre la formación del plural de ciertos extranjerismos. Hasta ahora, los préstamos plenamente adaptados al español debían hacer el plural como las voces patrimoniales. Se mencionaba concretamente que los terminados en las consonantes -l, -r, -n, -d, -z y -j debían formarlo con -es: píxel, plural píxeles; máster, másteres; pin, pines; interfaz, interfaces; sij, sijes. En el artículo máster se insistía en que su plural «debe ser másteres». En esta segunda edición se dice: «Su plural puede ser másteres (más frecuente) o másters». Otro ejemplo es fan, del que se recomendaba usar fanes para el plural, «igual que ocurre en flan, pl. flanes, o yen, pl. yenes». Hoy se afirma: «Aunque ocasionalmente se documenta el plural fanes [...], está ya asentado el plural fans, coincidente con el del inglés». Igual que admite pines y pins como plurales de pin; chándals y chándales, de chándal, y pírsines y pírsins, de pirsin.
En el mismo artículo sobre el plural, también se ve un nuevo enfoque del de las unidades léxicas formadas por dos sustantivos. Se decía que, en aquellas en las que el segundo sustantivo actúa como modificador del primero, solo este lleva marca de plural (horas punta, bombas lapa, ciudades dormitorio). Añadía que, si el segundo sustantivo puede funcionar, con el mismo valor, como atributo del primero en oraciones copulativas, tendía a tomar también la marca de plural (Estados miembros, países satélites, empresas líderes, palabras claves). Ahora se mantiene el primer punto, pero el segundo, ampliación del primero, dice: «No obstante, en algunos casos, especialmente cuando el segundo sustantivo se interpreta como prototipo de cierta cualidad y es posible asociarlo como modificador a varios sustantivos, la marca de plural puede aparecer en ambos constituyentes». Y pone como ejemplos clave, cumbre, estrella y otros, cada uno de los cuales asocia con varios otros sustantivos, como en asunto clave, palabra clave y otros compuestos. Por ello considera igualmente válidos los plurales palabras clave y palabras claves, obras cumbre y obras cumbres, invitados estrella e invitados estrellas. Aunque por otro camino, casi siempre se llega a la misma conclusión que antes.
Estas son solo dos muestras de los muchos cambios de variado calado en esta obra. Se han enmendado o ampliado más de tres mil artículos no temáticos, sobre palabras concretas, y se han revisado y actualizado los temáticos, dedicados a cuestiones generales. El problema es cómo puede el lector interesado localizar esas modificaciones, así como los 370 artículos nuevos, en las 1.020 páginas del nuevo Panhispánico.