
La condonación de la deuda autonómica, ya sea parcial o total, llevaba tiempo en la agenda de la ministra de Hacienda, sobre todo por la necesidad de contar con los apoyos de ERC y Junts para la coalición de Gobierno. Finalmente, con motivo de la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera, se ha dado a conocer la metodología mediante la cual el Estado asumirá 83.252 millones de euros de deuda de las comunidades autónomas. No obstante, resulta complejo realizar un análisis técnico, ya que parece que primero se han ajustado las cifras y, posteriormente, se ha ideado un mecanismo que justifica el resultado previamente acordado.
La metodología mezcla cuestionamientos que no guardan relación entre sí y se divide en tres fases. La primera de ellas es la que tiene algo más de lógica. El Estado considera que las comunidades autónomas registraron un sobreendeudamiento de 80.310 millones de euros, calculado como la diferencia entre la deuda del período 2010?2013 y la de 2020?2023. Este método puede discutirse, por ejemplo, al comparar euros del 2010 con euros del 2024, o si realmente se puede hablar de sobreendeudamiento cuando, durante la pandemia, el Gobierno asumió el coste de la política fiscal mediante transferencias a las autonomías.
Al menos, el reparto del 75 % de los 80.310 millones de euros (60.232 millones) se efectúa de acuerdo con la población ajustada, un criterio objetivo que beneficia relativamente más a las comunidades menos endeudadas. Por ejemplo, en esta primera fase, Madrid y Galicia pueden reducir su deuda pública en un 24,09 % y un 32,95 %, respectivamente, mientras que Cataluña solo la reduce en un 11,92 %. La media de reducción es del 19,3 %.
Es aquí donde entran en juego las dos fases que ajustan el sistema para que salgan las cartas ya marcadas en la baraja. Todas las comunidades deben reducir su deuda en el mismo porcentaje (19,3 %) y, además, aquellas que hayan incrementado el IRPF o cuenten con una financiación por habitante ajustado inferior a la media recibirán una compensación adicional hasta equipararse a la comunidad con mayor condonación por habitante ajustado (Valencia, con 2.284 euros). El resultado es que, por habitante ajustado, las regiones infrafinanciadas (Andalucía, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha) son las más beneficiadas, a lo que se suma el caso de Cataluña. El pacto entre el PSOE y ERC apuntaba a una condonación del 20 % de la deuda de Cataluña en manos de la Administración central, es decir, unos 15.000 millones de euros. Se condonan 17.104 millones de euros.
Decía el escritor suizo Friedrich Dürrenmatt que «cuando más planifica el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle». Y la causalidad en ambas cifras está sospechosamente bien ejecutada.
Un apunte final: esta deuda no desaparece. La tendremos que pagar igualmente, pero en lugar de hacerlo con el bolsillo de las comunidades autónomas, lo haremos con el del Gobierno central.