Espinacas

Carmen Reija
Carmen Reija COMER BIEN

OPINIÓN

M;C;

08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El origen de las espinacas no está totalmente documentado, pero se cree que proceden de Persia y fueron traídas por los árabes a Europa en el siglo XI. A partir de ese momento, su cultivo se extendió por nuestro continente.

Botánicamente se denomina Spinacia oleracea y es una planta anual de la familia de las amarantáceas, de grandes hojas comestibles de color verde. Se puede cultivar en cualquier época del año y consumirse al natural o cocinada.

A nivel nutricional destacaría que las espinacas aportan 31 calorías por cada 100 gramos, conteniendo fibra, proteínas, carotenoides, vitaminas (A, C, del grupo B, K y E) y minerales (calcio, hierro, magnesio y potasio, fundamentalmente). Puede encontrarlas en diferentes puntos de venta, frescas o congeladas, debiendo guardarse las primeras en la nevera hasta el momento de consumirlas para mantener sus propiedades. Son versátiles y se adaptan a numerosas recetas, tanto crudas como cocinadas, resultando idóneas para elaborar ensaladas, revueltos, pizzas, zumos o purés, por ejemplo.

Se les atribuyen numerosos beneficios asociados a su composición, entre los que destacan su aportación de fibra soluble e insoluble y el favorecimiento del tránsito intestinal. La vitamina E y la vitamina C contribuyen a la protección de las células frente a la oxidación causada por los radicales libres, mientras que la vitamina A favorece al mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales. También aportan carotenoides que se transforman en vitamina A en el organismo. Los minerales y vitaminas mejoran la capacidad cognitiva, especialmente la memoria y la concentración.

Carotenoides como la luteína y la zeaxantina mejoran la funcionalidad y las estructuras oculares, especialmente la mácula (zona de mayor agudeza visual), cuya degeneración es la causa principal de ceguera en la edad avanzada.

Se consideran fuente de hierro, que se absorbe con mayor dificultad que el de la carne y sus derivados, aunque la presencia de vitamina C mejoraría su absorción.