Pobre Aitana

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

OPINIÓN

Francisco Guerra

11 mar 2025 . Actualizado a las 09:13 h.

Los seguidores de Aitana han puesto el grito en el cielo después de ver su documental Metamorfosis. Y no es para menos. Cualquier persona sensible se da cuenta de que la vida de esta chica de 25 años no es una vida de una chica de 25 años. Y da igual que sea millonaria o que esté viviendo por encima de las posibilidades de la mayoría. La realidad de Aitana, visto lo visto, es de un sufrimiento atroz. Y da lástima que, teniéndolo todo, esa angustia también lo invada todo. Acostumbrados como estamos a la competitividad voraz, a que los chavales concursen con 18 años y se expongan a una fama inasumible, lo anormal es seguir en tus cabales. A Aitana le puede la exigencia, la presión, la necesidad de gustar, la falta de control de una vida en la que, a pesar de estar rodeada de gente, gira sobre la soledad. No es la primera artista que sufre esa ansiedad, de Sabina a Raphael sabemos que hasta los más grandes no son capaces de sobrellevar el éxito y la exposición excesiva, aun cuando vives por y para la gente. Pero también es tremendo cómo ahora los documentales convertidos en una especie de terapia masiva remueven las entrañas también de los artistas para que todos podamos ver los recovecos más íntimos de su privacidad. Aitana está expuesta, sin escudo, y en esa desnudez hay algo violento que a mí me produce mucho desasosiego. Pobre Aitana.