Roferlo, del grupo Cupire Padesa, ejecutó el trabajo de ingeniería y la colocación de los módulos de cobre Cuando Aznar reciba las pertinentes informaciones técnicas escuchará el nombre de Valdeorras. Aunque el presidente estará en Cádiz, inaugurando la nueva estación de Renfe. Pero es que el proyecto más ambicioso del municipio gobernado por Teófila Martínez lleva el sello de Roferlo. Esta empresa del grupo ourensano Cupire Padesa ha instalado la cubierta de cobre de la marquesina y los edificios auxiliares. Un proyecto innovador que ha supuesto un reto no sólo técnico sino de coordinación.
16 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Cuando Fomento adjudicó a Dragados-Tecsa la construcción de la nueva estación del AVE gaditana, la constructora apostó por Roferlo para instalar la cubierta de la marquesina y los dos edificios auxiliares. «Lo hemos pensado mucho porque se precisaba una importante labor de coordinación y teníamos sólo dos meses, pero se consiguió a base de mucho trabajo y con la colaboración de todos, desde el departamento técnico al último operario», resume Manuel Álvarez. Roferlo asumió la ejecución y todo el desarrollo de la ingenería de detalle. Sobre los 13.700 metros de la marquesina, de 116 metros de largo y 57 de ancho, se colocaron módulos de cobre de 300 metros cuadrados, y en cada uno de ellos se instalaron cuatro cubiertas con un lucernario. «La marquesina se ve desde un cercano mirador, por lo que tenía que ser una obra técnicamente perfecta» y además, por su cercanía al mar, esta solución permitió dar una sensación de continuidad, «porque la cubierta parecen olas». Manuel Álvarez apunta que lo más complejo de la obra fue el trabajo de ingeniería. «Cada módulo tenía que encajar a la perfección». Pero no fue el único. Las piezas se construyeron íntegramente en las instalaciones de Offshore en Cádiz y de ahí se trasladaron en barcaza hasta la estación. Grandes grúas permitieron su emplazamiento definitivo a 15 metros de altura. «Cada módulo pesa 40 toneladas y viene a ser la cubierta de un edificio», explica Manuel Álvarez.