Aseguran que para que puedan ejercer esa función «con seriedad» hay que defender el precio único y fijo Un buen escaparate de la salud cultural de una ciudad son sus librerías, que en España forman la red cultural más importante. La federación nacional cuenta con más de 1.500 centros cuyos responsables reividican desde Ourense su papel clave ante cualquier política que pretenda hacer llegar «con seriedad» el libro de calidad al ciudadano. Para ello es preciso tener en cuenta el precio único y fijo de los libros. Goza la librería española de buena salud, en esto coinciden sus responsables, pero hay que seguir subiendo hacia la mayor competitividad y apostar por la modalidad de librería cultural.
04 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.No se puede olvidar que en nuestra sociedad son los libreros los principales referentes para los lectores, ya sea en lo comercial como en el asesoramiento. Ellos son quienes animan al lector indeciso, quienes le abren ventanas a los más recónditos paisajes del universo de las letras. En Ourense, donde ayer clausuraron su congreso número 18, aprobaron mantener lo que ellos denominan Observatorio de la Librería, que permite dar rápida y precisa información acerca de lo que está ocurriendo en el sector. Estos profesionales animan a las librerías más pequeñas a que se autoanalicen para detectar vías por las que encauzarse en pro de acentuar la profesionalidad. Por todo ello hacen un llamamiento para crear y potenciar cuantos mecanismos sean necesarios para que la información y la formación fluyan en beneficio de las librerías y gremios a la hora de tomar decisiones. Puerta abierta Todos estos acuerdos refrendados en la sesión de clausura de ayer, son una puerta abierta para los profesinales de las librerías de los países americanos de habla hispana con los que sus colegas españoles quieren -así insistieron durante todo el congreso- fijar un canal de comunicación constante. En la sesión de clausura el presidente de la Federación de Libreros de Galicia, Jaime Corral, entregó el testigo al presidente de los libreros de Málaga, cuya asociación ha de preparar el encuentro del 2004. La sesión de ayer culminó con un recorrido y almuerzo en la Ribeira Sacra para todos los congresistas.