
Rúa do Paseo La banda de música de Ourense dedicó ayer en el Liceo su concierto a uno de sus integrantes, maestro del oboe y el clarinete, Juan Carlos Álvarez, recientemente fallecido
27 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La Banda de Música de Ourense ofreció ayer en el Liceo Recreo Ourensán un concierto de homenaje a uno de sus miembros, Juan Carlos Álvarez, recientemente fallecido. Quisieron los músicos un programa con obras alegres pues, como ellos mismos dicen, «pensamos que reflexan mellor a súa persona», sin olvidar que era el oboe el instrumento que Juan Carlos tocaba, por lo que en la selección de piezas se buscó su presencia. Un concierto emotivo para recordar a un celanovense que aprendió a tocar el oboe muy joven. De hecho, ya a los 11 años empezó a tocar en público con la Banda de Música de Celanova, con la que llegó a recorrer buena parte de la geografía española. El músico desaparecido ingresó en la banda de música de Ourense en el año 1989 como oboísta, si bien en los últimos años formó parte de la sección de clarinetes. Con anterioridad había estado en la banda del Gobierno Militar de León, capital donde cumplía el servicio militar y donde fue tomada la imagen que ayer acompañó a la banda de música de Ourense en su concierto en el Liceo. Fue la del domingo una jornada en la que no todo fueron piscinas, paseos y playa. En el Liceo Recreo Ourensano se celebró el cuarto torneo internacional de billar a tres bandas. Comenzó el viernes y finalizó el domingo. La competición se centró entre los mejores a ambos lados del Miño, gallegos y portugueses. José Manuel Manteiga y Rui Ferrao dejaron muestras de su buen hacer. Otro lugar de cita obligada de este domingo, el último de junio, es el pazo de Trasalba, donde la fundación Otero Pedrayo celebra su fiesta anual, con la entrega de los premios Trasalba y una comida campestre. No falta el pulpo ni los detalles simpáticos por parte de quienes no faltan a la cita. Isaac Díaz Pardo sorprendió a más de uno cuando, ajeno a la formalidad de un acto que en ocasiones llega a tener una notable rigidez, echó mano de su cámara fotográfica para inmortalizar el momento con su toque personal y con sus propios ojos. Que, por cierto, todos los asistentes aplaudieron con ganas a Sixto Seco cuando anunció su marcha.