TEMAS DEL PAÍS JERÓNIMO MARTEL | O |
13 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.EL LUNES pasado, pude leer una noticia de este periódico, según la cual nuestra ciudad gasta anualmente más de 108.000 euros en la reposición o compostura de sus contenedores viarios de basura, agredidos con saña por los gamberros, sobre todo en las noches de los fines de semana: esto es, con nocturnidad y alevosía, para utilizar la terminología jurídico-penal. En segunda acepción de la correspondiente voz, del diccionario de la lengua, es gamberro el que «comete actos de grosería o incivilidad». Y, por otra parte, el diccionario Océano -del grupo editorial Océano-, de sinónimos y antónimos, brinda, a quien quiera saber qué más -además de grosero e incivil- es el gamberro, los sinónimos siguientes, entre otros: «licencioso, disoluto, libertino, alborotador, maleducado, sinvergüenza, chulo, desvergonzado ...». Lo dice el diccionario, no yo. Pero, ¿de qué van los gamberros? Pues sus rasgos sociológicos definitorios son: el desprecio de los valores sociales, una agresividad enfermiza, la actuación en grupo, la inadaptación social y una inutilidad práctica.