Patrimonio obliga a mantener un edificio que tapa una de las fachadas de la catedral El propósito del gobierno local era trasladar el inmueble y crear una plaza pública en su lugar
16 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?na de las fachadas de la catedral, la de la puerta del Paríso, parece que quedará condenada a tener delante la antigua sede de la Policía Local. Los reiterados intentos del Concello de Ourense de liberar ese espacio y crear allí una plaza pública no van a prosperar por expreso impedimento de la Dirección Xeral de Patrimonio, organismo adscrito a la Consellería de Cultura. Una vez que el inmueble policial quedó sin uso al producirse el traslado a las nuevas dependencias de A Ponte se creyó que se podría derribar la construcción que está en la plaza de San Martiño. Sin embargo, esa intención no irá adelante porque la administración gallega lo ve inviable y obliga a su conservación en su emplazamiento actual. Así lo revela un informe redactado por los técnicos de Patrimonio en septiembre de este año y remitido al Concello en el que se invoca los preceptos legales que imposibilitarían su demolición. En el escrito se concluye que tirar el edificio «non é compatible coas determinacións das fichas urbanísticas do plan especial de reforma interior do casco histórico». Es decir, las condiciones que marca el PERI de la zona vieja de la capital hacen inviable cualquier modificación de la trama urbana actual. En la documentación oficial que maneja la Xunta se expresa que el edificio tiene un grado de protección ambiental y de conservación de la fachada, «polo que non se considera adecuado a demolición do edificio». Se ampara Patrimonio en que el documento de planeamiento que fija las condiciones para actuar en el casco histórico, aprobado hace ya diez años, no establece el cambio propuesto por el Concello de Ourense y, en todo caso, requiere la autorización del organismo que depende de Cultura. Historia En el referido informe se hace referencia a la necesidad de mantener la actual disposición de las edificaciones que se han ido consolidando a lo largo de las últimas décadas, aun cuando reconoce que esas actuaciones fueron «inconexas». Critica el dictamen que la ampliación de la calle Coronel Ceano supuso variar también la perspectiva de la iglesia de Santa Eufemia, «cunha composición de fachada barroca pensada para ver sobre todo en escorzo e pouco de fronte». También aprecia que no se acertó en su momento con los permisos de edificación en la zona, que considera «desconcertantes», por cuanto afectan a una zona «de gran densidade cultural e histórica como a catedral, igrexa de Santa Eufemia, pazo dos Oca Valladares (sede del Liceo), praza Maior, etc». Sin embargo, la construcción de los inmuebles de la calle Coronel Ceano que taparían la visión de esos conjuntos arquitectónicos fueron levantados hace ya varias décadas, lo mismo que el edificio de la antigua sede de la Policía Local, sin que ahora Patrimonio permita liberar ese espacio y mejorar la perspectiva de una de las vistas más importantes que tiene la catedral. Sea como fuere, y basándose en preceptos técnicos y legales, Patrimonio considera imposible que se pueda derribar ese edificio, como tampoco hacer ninguna moficiación del PERI para hacer realidad el traslado de la construcción y crear en su lugar una plaza pública, modificando también el acceso a la catedral, cambiando la actual escalinata.