El acceso actual desde la N-120 se ampliará para que puedan entrar las caravanas al recinto

La Voz

OURENSE

28 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Acceder a las instalaciones del cámping de Untes es en la actualidad una tarea complicada. El desvío desde la N-120 da paso a un camino estrecho que acaba convirtiéndose en un lodazal por el que apenas entra un automóvil. El punto más conflictivo es un puente sobre la línea férrea en el que los coches no tienen espacio para maniobrar y el acceso de caravanas es inviable.

Para tratar de poner remedio a esta situación, la Concejalía de Infraestructuras ha asumido las obras de ampliación del puente para que las caravanas puedan entrar en el futuro recinto hotelero. Las mejoras, que todavía no comenzaron, tienen un plazo de ejecución de tres meses.

También preocupa el acceso a pie, ya que la intención es completar el paseo termal en las riberas del río Miño, a su paso por la capital, y prolongarlo hasta la parroquia de Untes. Esta situación de abandono que sufre el recinto y las malas condiciones de los accesos, tanto en automóvil como a pie, sirvieron al teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, para realizar una crítica política al anterior gobierno del Partido Popular: «Deixaron un cámping sen acceso, de terceira categoría e do que ninguén se quería facer cargo».

Abandono

Al margen de las dificultades para llegar, la instalación también sufre el paso del tiempo. La maleza va creciendo en las parcelas que, en un principio, estaban acondicionadas para la acampada. Las dos edificaciones que están construidas también comienzan a sufrir síntomas de deterioro, pese a que todavía no se han estrenado.