«Cuando era más joven creía que Ourense tenía muchas oportunidades. Ahora veo que no»

Antonio Nespereira

OURENSE

Comerciante, político atípico y picado del gusanillo de la comunicación, aporta su singular visión sobre la ciudad

02 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Señala con orgullo un hermoso piano de cola que tiene en la tienda. Es el instrumento más caro de los que vende. Le arranca un par de notas y dice: «Cuesta 25.000 euros y es más barato que la mesa que tenía Touriño en su despacho de la Xunta». Es Gonzalo Pérez Jácome, una mezcla de comerciante-empresario, apasionado del deporte, político un tanto pintoresco y dueño de un canal de televisión local.

Rechaza ser considerado como tímido, enlaza unas cuantas sentencias que pretende argumentar con cierta filosofía y ve a Ourense como una novia a la que de joven veía colmada de bellos dones y de la que ahora percibe arrugas e imperfecciones.

Su rincón es la tienda Jolper, heredada de sus padres. Su padre, José Luis Pérez, contrajo las letras de su nombre compuesto y primer apellido (Jol-per) para crear una marca comercial que lleva 45 años vendiendo instrumentos musicales. «No creo que haya muchas tiendas en Ourense a punto de cumplir casi medio siglo», dice.

Está en las Galerías Centrales, una suerte de centro comercial en pleno centro que acusa el inexorable paso del tiempo y unas vetustas instalaciones que increíblemente languidecen pese a estar en la zona cero del comercio de la ciudad. Allí jugaba de joven, «incluso con el monopatín, lo que cabreaba mucho a los comerciantes de las galerías», reconoce. Y es que lo de cabrear a los demás parece que lo lleva prendido en el ADN.

Estudió en los Maristas y fue expulsado. Estudió en el instituto de As Lagoas y fue expulsado. Era capaz de sacar en un curso «unas notazas y al guiente suspenderlas todas». Forma parte de su carácter: «Soy muy radical, a veces tengo todo ordenado y a veces todo desordenado». ¿Es anárquico? Dice que no «porque la sociedad tiene que tener ciertas reglas para organizarse porque en un partido de futbol lo lógico es que haya un árbitro».

Como estudiante reedita el tópico de que «algunos profesores me tenían rabia». Aclara que, «en mi caso fue cierto porque me expulsaron de As Lagoas de forma ilegal, lo que pasa es que entonces no me di cuenta y lo hicieron algunos profesores que decían respetar las leyes y las normas, por eso desde entonces a los progres no los aguanto».

La música

Vive rodeado de instrumentos musicales en su tienda y dice que la ciudad da para mantenerla porque hay clientela suficiente. En su caso se lo toma como un medio de vida aunque toca el piano desde los siete años y a veces le da hoy a «algún blues o baladas, según el estado de ánimo», pero el resto de instrumentos «los aporreo, no puedo decir que sepa tocarlos». Agrega que «tocar es tan bonito como escribir». Es partidario de que la música se enseñe en los colegios «porque si se deja como una tarea para después de clase, los niños no van de buena gana».

El deporte

Entre sus pasiones está también el deporte, ya desde pequeño «porque con mis hermanas siempre tenía un espíritu competitivo en las comparaciones y siempre estaba preguntando si tenía más fuerza un león o un elefante». Fue fanático del fútbol pero todo quedó ahí y se vinculó al atletismo pero, «como todo en la vida, lo que importa es el talento y saber explotarlo. Si no tienes talento, no tienes nada que hacer», dice.

Se tomó como reto participar en la subida por las escaleras del Empire State, en Nueva York, en el año 2002 «y reventé como una castaña». Desde el 2003 organiza la subida al hotel Bali, en Benidorm. Dos retos de enjundia porque la torre neoyorquina tiene 1800 escaleras y el hotel de la ciudad alicantina, 900. Ya piensa en la nueva edición de la subida por las escaleras del hotel, que será el 16 de mayo. «Todo un reto porque soy velocista y la prueba es para fondistas».

La ciudad y la política

Gonzalo Pérez Jácome dice sentirse cómodo en Ourense, pero la ciudad ha ido mudando y su relación con ella ha enfriado hasta el punto que hoy opina que «cuando era más joven creía que Ourense tenía muchas oportunidades y ahora veo que no». Culpa a los políticos de la situación y los de antes, como los de ahora, «son un lastre».

Será por eso por lo que pretende dar un giro al devenir de esta tierra y desde hace algunos años lidera la formación política Democracia Ourensana. Su propósito es aportar sabia nueva y se fija «sacar un concejal en el 2011». Por el momento ha conseguido despertar ya muchos comentarios en la ciudad, no siempre complacientes, pero ya se sabe que la política ofrece más oportunidades para el descrédito que para el crédito.

Por cierto, Gonzalo da muy poca credibilidad a los políticos actuales, aunque para buscar comparaciones vaya a Madrid y se cebe en el PSOE: «Está llegando a la política una serie de gente que hace años era inconcebible que personas como Leire Pajín o Bibiana Aido puedan estar ahí. Las oyes y alucinas, y te preguntas cómo pueden estar ahí».

Pero están. También los ciudadanos se pueden hacer preguntas sobre cómo es posible que hayan llegado otros y se mantengan, no solo del PSOE. Él aún no ha llegado, pero lo desea. Luego se sabrá si es distinto. De momento, sí.