«En mi casa siempre hubo un ambiente artístico»

OURENSE

Carlos Costoya expone por primera vez en Ourense tras varias años buscando la madurez de su obra

16 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Carlos Costoya regresó artísticamente a la ciudad que le vio nacer. Lo hizo 17 años después de su anterior exposición en la capital ourensana tras haber mostrado su obra en distintos lugares de España y en el extranjero. A lo largo de este tiempo, el artista ha investigado para lograr encontrar un estilo propio, un sello que defina su obra. Con Traxicomedia en catro actos parece haberlo conseguido.

-¿Por qué ha dejado pasar tanto tiempo?

-Aunque ya he mostrado mi obra en diez países diferentes, aquí todavía soy más conocido como bodeguero. Supongo que habrá gente que piense '¿ahora este chico también pinta?' Me fastidiaría que algunos dijeran eso, porque yo he estado trabajando durante mucho tiempo mi obra artística, pero quería venir a Ourense con un trabajo más maduro.

-La influencia de su madre (la pintora Maite Vázquez) ha sido definitiva para encaminar su vida profesional?

-Seguramente. Hay que tener en cuenta que me crié en ese ambiente de obras de arte, colores. Tenía a mano todo el material y nunca se me negó. Tampoco se me dijo que no a la hora de gastar dinero en lienzos o en barro (también hace escultura). Eso lo quieras o no es muy importante para alguien que empieza.

-Vivió desde pequeño en un ambiente artístico.

-En mi casa siempre hubo un ambiente artístico. Venía mucha gente a comer y a cenar del mundo del arte. Además siempre tuve a mano un gran número de libros de arte.

-¿Cómo definiría su obra artística?

-Conservo un dinamismo ingenuista que es común a la cultura y la pintura gallega.

-Una de las originalidades de su obra es la presencia de toreros. Es algo más que una afición, porque usted incluso quiso ser torero, ¿por qué?

-La verdad es que no se de donde viene. A los 15 años se me presentó una afición desmesurada por los toros e incluso llegué a ir a una escuela taurina. Me dijeron que ya era demasiado mayor para dedicarme a los toros. De todas maneras a veces aún me enfrento a vaquillas, por diversión.

-Llega a Ourense tras recorrer un camino a la búsqueda de su sitio en el arte, ¿lo ha encontrado?

-Lo más difícil es encontrar un estilo propio, desechar caminos e ir poco a poco encontrando un lugar.

-¿Tiene relación su trabajo artístico con el vino?

-El mundo del vino es mucho más difícil, hay poco elementos que se puedan controlar y no está todo en mis manos. A una viña hay que cuidarla y estar ahí pendiente. En el mundo del arte todo está en las manos

-¿Tiene algo previsto para un futuro cercano?

-Mi plan expositivo de los próximos tres años está organizado, con diversas exposiciones colectivas.