Javier Limia Nóvoa (Ourense, 35 años) empezó a trabajar en un taller mecánico a los 16 años. Casi la mitad de su vida dedicado al arreglo de vehículos. Ahora inicia una aventura con un taller propio (avenida de Santiago, nº 57) llamado Automecánica Prova.
-¿De dónde viene su afición por la mecánica y los coches?
-Nadie de mi familia se dedicaba a esto pero a mí, desde pequeño, me gustaba la Fórmula Uno y los coches. Desde siempre me apasionó Ferrari. Justo al lado de mi casa había un taller y me puse a trabajar a los 16 años.
-Ahora tiene negocio propio.
-Estuve nueve años trabajando en un taller y después dos en otro. Más tarde monté un taller con un socio y ahora me he puesto por mi cuenta. Después de tantos años empleado me di cuenta de que había mucha gente que confiaba en mí. Es más, yo no podría cambiar de oficio porque habría gente que me mataría. Con el tiempo tienes y adquieres un compromiso. Acabo de hacerme con un traspaso de una taller mecánico. Lo arreglé y reparé y desde hace tres semanas que lo tengo abierto.
-¿Qué tipo de vehículos arregla?
-Coches multimarca y también los clásicos.
-¿Se nota la crisis en su sector?
-En líneas generales no se nota aunque la gente pide ahora más presupuestos y arregla lo que hace falta en ese momento. Si puede esperar, espera.