Manuel Pereira Domínguez se hizo socio del Liceo en noviembre de 1947, «porque era la sociedad que en aquel momento era más representativa de Ourense». Recuerda que en aquellos años lo que más se ansiaba era ser socio del Liceo o del Club de tenis. « A la gente les gustaban mucho las fiestas del Liceo, los carnavales, las fiestas patronales y de San Martiño, que se siguen celebrando afortunadamente. Tras cuarenta años en la directiva del Liceo, asegura que: «Llevo aquí toda una vida, para mí el Liceo ha sido como una segunda casa».
La importancia que la entidad cultural tiene en la sociedad ourensana se resumen para Manuel Pereira en que en ella tienen cabida, desde siempre, todos los sectores de la sociedad de Ourense: «aquí está desde el médico de más fama, al catedrático de instituto, al empleado de un comercio de calzado o de tejido. Aquí, para mí, están representados todos los estratos sociales ourensanos».