Arguiñano, el pulpo y la virtud de ser ex alumno

La Voz

OURENSE

20 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Aunque advierte de que en la profesión puede no sonar bien, señala a Karlos Arguiñano como el artífice del ascenso social del oficio de cocinero. No tiene el glamur de los platos deconstruidos pero ha colocado en primera línea lo que antes se consideraba de tercer nivel: trabajar entre pucheros. Si Ourense fuese un plato, ¿qué plato sería? «Varios», asegura Otero, antes de decidirse por el pulpo. Confía en sabérselas todas como ex alumno para tener 'controlados' a los estudiantes. Orgulloso del centro, y de la residencia que lo complementa, reúne en su currículo virtudes que no siempre coinciden: juventud y experiencia.