Gregorio Peces Barba suele caracterizarse por hablar con una claridad meridiana, tanto si es para posicionarse en su partido -hace nada apoyando a Tomás Gómez y defendiendo la discrepancia del pensamiento único en el seno del PSOE- como para abordar polémicas recientes. Uno de los «padres» de la actual Constitución impartió una conferencia en el campus de Ourense y se mostró convencido de que «las discrepancias sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía son una polémica superada».
El ex presidente del Congreso de los Diputados hizo un repaso por los antecedentes de la formación de los ciudadanos en Grecia y Roma, pasando por la Francia de la revolución o los Estados Unidos -recordó a Jefferson: «No es una línea, es una gruesa muralla la que separa a la Iglesia y al Estado»- y recordó que la formación de los ciudadanos es una competencia del Estado, y no de las iglesias o corrientes religiosas. Peces Barba hizo varias referencias a los ataques sistemáticos de la iglesia a la modernidad -«Gregorio XVI calificó de 'pestilente error' la libertad de conciencia»-, consideró escasa una hora de Educación para la Ciudadanía a la semana y defendió la presencia de una asignatura de «Constitución y Derechos Humanos» en la universidad. Merengue. Cuando un móvil de la fila de autoridades se arrancó a ritmo de gaita Peces Barba confesó que había apagado el suyo, por si sonaba y ofendía a alguien el himno del Madrid.