Ya somos más los jubilados ourensanos que los que cotizan. Nos fue muy difícil empatar, pero ahora el partido se puso de nuestro lado. Tenemos a los árbitros (políticos) comprados y a partir de ahora se van a ensañar con el débil contrincante. Quiere jugar (trabajar) en su tierra. ¡Qué cara! ¡Cómo si no hubiese trabajo por el mundo adelante! Aquí estamos así: Nos limpian todos los años los montes a cerillazos; no nos tenemos que preocupar de sembrar nada, que ya se encargan ellos de traernos todo, como a los saharauis; nuestros mil ríos empantanados; nuestras tierras anegadas y el recibo de la luz se lo pagamos a los catalanes. ¡Qué maravilla! Una provincia sin niños. ¡Con lo pelmas y llorones que son! Lo que nos vamos a divertir haciendo carreras de sillas de ruedas, con o sin motor; en los bailes de los centros de la tercera edad haremos concursos de comilones de papas. Ourense va a organizar la Festa do Colesterol y la Xuntanza del Sintrón amén de construir el Instituto Ourensán para a Interpretación da Terceira Idade. Optimicemos: Los Concellos, velatorios y la Diputación, una funeraria.