Al pobre señor Gonzalo Pérez Jácome ya lo han pillado. Les duró menos de 30 telediarios. Lo han llevado a su huerto. No sé si el señor Gonzalo Pérez Jácome tiene ideología; le presuponía unos principios y unos referentes. No le valieron de nada; lo han absorbido y abdicado. Hay que reconocerle a los «socialburócratas» el mérito que tienen; pícaros son un rato largo, pero, ¡qué bien se les da manejar dinero ajeno en beneficio propio! ¡Son unos hachas! 4.500 ourensanos se han quedado a la luna de Valencia. Habían encontrado en el señor Jácome un 15-M que prometía tirar de la manta, una ética para regenerar esta cosa corrompida por trileros y mercachifles que llaman política y que han transformado en un monumental trinque; pero no pudo ser. El pesebre puede con todo. Hace cuarenta años, a los políticos renuentes les ofrecía granjas y los que entraron en la cooperativa lo hicieron de cine. ¡Tuvimos que malvender la Caja Rural! En estas pasadas elecciones, casos se dieron de estar empadronados en una casa el equivalente a la Banda de Música de Chaves, por no decir la muy laureada La Lira, de Ribadavia. Sin ideales, sin principios ni referentes. Antes me ponía, a veces, una corbata roja. ¡Ahora la usa Botín!